Hoja filatélica, emitida por el Instituto Postal Telegráfico de la República de Venezuela en el año 1983 con ocasión del Bicentenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar. La imagen corresponde al cuadro de Tito Salas de la Instalación del Congreso de Angostura en 1819.
El
pasado 15 de febrero se celebró el bicentenario de la instalación por parte del
Libertador Simón Bolívar del Congreso de Angostura, hecho político que marcó un
hito en el proceso de conformación de la República de Colombia (Gran Colombia),
teniendo presente que para el momento de su instalación y hasta meses después
de estar sesionando dicha corporación, se obtuvo un triunfo definitivo sobre el
gobierno imperial español, tal y como se produjo con la Batalla de Boyacá del 7
de agosto de 1819, victoria militar del ejército libertador que trajo consigo,
la independencia absoluta de la actual nación Colombiana.
Si
bien ese ideal de independencia absoluta, de integración, apoyo y unidad entre
las nacientes Repúblicas de América era apenas un sueño, una utopía, Bolívar
haciendo uso de su genio creador y visión de estadista, considera que para
alcanzar dicho ideal es necesario cumplir varios objetivos, dentro de los
cuales vale la pena resaltar los siguientes: la más amplia unidad de propósitos
entre el mayor número posible de naciones en el continente, amplio
reconocimiento y apoyo internacional y dotar de legitimidad y bases
constitucionales al sistema político[1],
es por eso que a instancias de Bolívar el Consejo de Estado de Venezuela,
convoca a finales de 1818 el Congreso que deberá reunirse en Angostura (capital
de Guayana), hoy ciudad Bolívar en la República Bolivariana de Venezuela.
Es
así como previa la convocatoria y demás formalidades legales y reglamentarias,
el día 15 de febrero de 1819, a la diez y media de la mañana, se instala este
soberano congreso nacional, en su acta de instalación se describe que
<<Tres cañonazos anunciaron a las 11 la venida del jefe supremo,
acompañado del su estado mayor general, del gobernador de la plaza y comandante
general de la provincia, y de todos los jefes y oficiales que se hallan en esta
capital. Los señores diputados salieron a recibirlo fuera de las puertas de
palacio, y conduciéndolo a la sala destinada a sus sesiones, le dieron el
asiento preeminente bajo el solio nacional. El concurso de ciudadanos y
extranjeros de distinción era extraordinario>>[2].
Ramón
de Zubiría, sostiene que el interregno comprendido entre los años 1819 a 1826,
marca el apogeo del genio creador de Bolívar,
al refulgir en todo su esplendor
sus innumerables talentos, al darse algo sobrehumano en la multiplicación de
sus creaciones, ya que de su incesante acción e inquebrantable voluntad van
surgiendo sus naciones, como fragmentos de un gran sueño continental, naciones
que él anhela integrar en un mundo nuevo de libertad y esperanza[3].
Este
periodo señalado por Zubiría, de gloria creadora del Libertador, se inicia con
su discurso ante el Congreso de Angostura, texto considerado como una de las
piezas claves de su pensamiento político y en el cual si bien, su fin principal se enmarca en sugerir a los
diputados ante el Congreso el proyecto de Constitución que Bolívar considera
más apropiado, igualmente lleva implícito un claro mensaje integracionista e
antiimperialista, recordemos como al final del texto llama Bolívar la atención
al concluir o considerar que:
<<La
reunión de la Nueva Granada y Venezuela en un grande estado, ha sido el voto
uniforme de los pueblos y gobiernos de estas repúblicas. La suerte de la guerra
ha verificado este enlace tan anhelado por todos los colombianos; de hecho
estamos incorporado. Estos pueblos hermanos ya os han confiado sus intereses,
sus derechos, sus destinos>>.
Para
posteriormente Bolívar plasmar un sueño y esperanza ante el Congreso sobre ese gran Estado, al mencionar que:
<<Al
contemplar la reunión de esa inmensa comarca, mi alma se remonta a la eminencia
que exige la perspectiva colosal, que ofrece un cuadro tan asombroso. Volando
por entre las próximas edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros, y
observando desde allá, con admiración y pasmo, la prosperidad, el esplendor, la
vida que ha recibido esta vasta región, me siento arrebatado y me parece que ya
la veo en el corazón del universo, extendiéndose sobre sus dilatadas costas,
entre esos océanos que la naturaleza había separado, y que nuestra patria reúne
con prolongados y anchurosos canales. Ya la veo servir de lazo, de centro, de
emporio a la familia humana; ya la veo enviando a todos los recintos de la tierra
los tesoros que abrigan sus montañas de plata y oro; ya la veo distribuyendo
por sus divinas plantas la salud y la vida a los hombres dolientes del antiguo
universo…..>>.
Con
tal motivo la Academia de Historia de Cundinamarca, dedicó su sesión
estatutaria del pasado mes de febrero a recordar este hecho histórico –
político en el proceso de conformación de nuestros pueblos, presentándose por
parte del Académico de Número y Presidente del Centro de Historia de Zipaquirá,
Don Ernesto Campos García, un trabajo que tituló: “El pensamiento
integracionista e antiimperialista latinoamericano, los aportes de Bolívar y
Martí”.
Intervención del Académico de Número y Presidente
del Centro de Historia de Zipaquirá, Don Ernesto Campos García
[1] Pérez,
Carlos Andrés. Treinta hombres y sus
luces en Actas del Congreso de Angostura 1819 – 1810. PP XXV. Biblioteca de la Presidencia de la
República, Colombia, Bogotá, 1989.
[2]
Actas del Congreso de Angostura 1819 – 1820. PP. 2. Biblioteca de la
Presidencia de la República, Colombia, Bogotá, 1989.
[3] [3]
Zubiría, de Ramón. Brevario del
Libertador un esquema documental básico. Pp. 119. Editorial Bedout Medellín
1983.
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domingo, 10 de marzo de 2019
BICENTENARIO DEL CONGRESO DE ANGOSTURA 1819 - 2019
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