ZIPAQUIRÁ 420 AÑOS
Con
ocasión de conmemorarse los 420 años de Fundación de Zipaquirá, queremos desde del
Centro de Historia de Zipaquirá, compartir con todos los seguidores uno de los
primeros escritos en materia histórica sobre nuestro municipio el cual fue
preparado por nuestro máximo historiador Don Luis Orjuela y publicado en el
periódico local: “El Estudio” el 31 de mayo de 1894.
Podríamos
ubicar el nacimiento de la historiografía zipaquireña a finales del siglo XIX
con esta importante labor que desarrolló Luis Orjuela al escribir varios artículos
al respecto, uno de ellos el que hoy compartimos y consideramos más que
apropiado para esta fecha, ya que Orjuela nos planteará un significado probable
del nombre de nuestra ciudad. Hemos respetado la ortografía de la época en que
fue publicado el texto.
NOTICIA SOBRE ZIPAQUIRÁ
ESCRITA PARA MEMORIA DE LOS HIJOS
DEL LUGAR
Por Luis Orjuela
1.- Significación probable del
nombre de la ciudad.
Cuando los
españoles ocuparon por primera vez el territorio de Cundinamarca, hallaron
establecida en Zipaquirá una población indígena, fundada y sostenida por el
cebo de la sal gema, que los aborígenes explotaban en grande para alimentar con
ella un extenso tráfico.
Sin
desconocer cuán fácil es zozobrar en escollos de interpretación, y sólo como
para estimular un estudio que tenga la erudición que éste no pretende, se ofrece
aquí un simple ensayo de investigación, partiendo del hecho averiguado de que
el nombre del lugar fue en lo antiguo Chicaquicha, conforme lo testifica Uricoechea
(Gramática de la Lengua Chibcha, pág. 173, art. sobre la voz Natural). La
presente digresión es, pues, meramente conjetural, y, en realidad, lejos de
resolver la cuestión, no hace sino plantearla.
El
nombre Chicaquicha puede estimarse compuesto de Chica, que en el lenguaje de
los naturales significaba suegro ó yerno,
y de quicha, pié, y por lo mismo,
considerada la genial trasposición del genitivo en aquella lengua, Chicaquicha podría tomarse como
equivalente de la expresión pié del
suegro ó del yerno, expresión que en sentido metafórico significaría base de sustentación ó patrimonio del suegro
ó del yerno; y en efecto, casada una hija del Rey, según lo hicimos notar
incidentalmente en ocasión ya olvidada, ¿no podían tener establecido la leyes
muiscas que el yerno entrase a usufructuar el pueblo de Zipaquirá? O cuando el Rey
mismo, ¿no podía ser costumbre tradicional que el suegro luego agraciado con el
goce de los tributos zipaquireños?.
A
haber tenido el chibcha una tradición sostenida, literaria o histórica, esto
es, a no haber sido tomado por los lexicógrafos como hubo de serlo, en un
periodo único de su existencia, acaso pudiera rastrearse en los anales de dicha
lengua una forma Zipaquicha,
intermediaria entre el antiguo Chicaquicha
y el moderno Zipaquirá, forma que
explicaría como lo que en un principio fue gaje del suegro o del yerno (Chica),
vino con el tiempo a quedar incorporado en los bienes del soberano o Zipa. La transmutación de Chica en Zipa, de cualquier
modo que sea, hace corresponder el nombre de Zipaquirá, a la expresión pié
del Zipa[1].
El
sufijo quicha o quira, en el cual no obsta el cambio de ch en r, comparece también,
con significación al parecer idéntica á la que tiene en Zipaquirá, en otros nombres de formación análoga: Moniquirá (muyne – quira), asiento de la
paja; Chiquinquirá (chaquen – quira), pié
de la deidad llamada Chaquen, ó bien Chyquy – quira, pié del sacerdote; Tibaquirá (tyba – quira), asiento del
platero; Temenquirá, en escrituras antiguas
Tenemenquirá (tymne – quira), asiento
de provisiones para el viajero; Sotaquirá,
en cuya composición parece entrar el sustantivo sote, nigua; y aun Ráquira,
cuya interpretación ignoramos. No de otro modo proceden las lenguas cultas en
la formación de muchos de sus nombres geográficos, según lo manifiestan los
ingleses acabados en chester y los
alemanes en burg. El chibcha mismo
conserva otras desinencias de suyo significativas, como con (de cone, dolor),
en Nemocón, Zipacón; y quizá tiva, en Facatativá, Engativá.
La
locución Pié del Zipa en que se
resuelve el nombre Zipaquirá, puede
tomarse en sentido propio ó en sentido figurado. Teniendo presente que la
primitiva población existió sobre el cerro salino, á una altura de 2,833 metros
sobre el nivel del mar, y que dicho cerro se halla en cierto modo al pié del
picacho conocido aquí con el nombre de El
Zipa ó Chipa, que tiene una elevación de 3,164 metros[2],
esto es, 331 metros más que la colina de sal, el primer sentido se explica por
sí solo, sin que lo impugne el que hoy día no cuadre rigurosamente con el sitio
que ocupa Zipaquirá, que es, no sobre el cerro salino, sino á su falda oriental
y al nivel del llano. La acepción de sentido traslaticio proviene de tomar á pié
en su significación secundaria de apoyo en que se sustenta cualquier condición ó
estado, y á Zipa como título del
soberano; y tales debieron de ser los tributos de vasallaje que el pueblo de Zipaquirá
pagaba al señor de los dominios chibchas, que tal vez constituían, por su
estabilidad y su importancia, una de las más pingües entradas de la Corona. Agréguese
á esto que, fundamento de sustentación del Príncipe durante el tiempo de la
monarquía indígena, así como elemento principal de vida bajo el régimen de la Colonia,
Zipaquirá no ha dejado de ser, por los cuantiosos rendimientos de sus Salinas, sostén
de los más firmes de la Nación independiente; y con ello ser verá que la metáfora
con que se explica su nombre, aunque metáfora (figura, por otro lado, no
escasamente empleada en la lengua nativa), se aviene muy bien con las
tradiciones del pueblo, lo mismo que con su condición actual y sus futuros
destinos.
![]() |
Sede Academia de Historia de Cundinamarca Zipaquirá - Cund. |
![]() |
Salón de sesiones Academia de Historia de Cundinamarca . |
[1] La sustitución de Chica
por Zipa en el compuesto de que aquí se trata, ninguna idea accesoria añade a
la significación usual del sustantivo Zipa, ni desvirtúa la acepción genuina de
dicho nombre como creyó entenderlo nuestro benévolo amigo el conocido literato D.
Isidoro Laverde Amaya, quien, en su obra titulada UN VIAJE A VENEZUELA (Pág. 9)
sugiere que lo que nosotros afirmamos “modifica la creencia que se tenía de que
la palabra Zipa significa sólo el título real añadido al nombre del individuo.
[2] Alturas tomadas en
1868 y 1869 por Guillermo Re (ilegible en el documento original) y Alfonso Stubel.
Cuadro inserto en los Anales de la Universidad,
tomo VII, pág. 178.