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domingo, 6 de septiembre de 2015

200 AÑOS DE LA CARTA DE JAMAICA

Estampilla por valor de cien pesos para servicio aéreo
con el rostro de Bolívar y emitida en 1983 por el
gobierno colombiano con ocasión del
bicentenario del natalicio del Libertador. 
Con ocasión de la conmemoración de los doscientos años de la “Carta de Jamaica”, documento escrito por Simón Bolívar, durante su estancia en la isla de Jamaica y concluida el 6 de septiembre de 1815, la Academia de Historia de Cundinamarca en su sesión ordinaria llevada a cabo el día sábado 5 de septiembre de 2015, adelantó un conversatorio en torno al valioso y profético documento, el cual al lado del manifiesto de Cartagena (1812)  y su mensaje al Congreso de Angostura (1819), constituye uno de los principales textos de carácter político de Bolívar.

Por tal motivo compartimos en esta ocasión, el texto de la intervención de la Académica de Número y Presidenta del Centro de Historia de Pacho, Licenciada Ana Derly Prieto Novoa, quien tituló su lectura como “¿Roberto Bunch verdadero destinatario de la Carta de Jamaica?

“¿Roberto Bunch verdadero destinatario 
de la Carta de Jamaica?

Por Ana Derly Prieto Novoa
Miembro de Número Academia de Historia de Cundinamarca 
Presidenta del Centro de Historia de Pacho

CONVOCATORIA A LA UNIÓN DE NACIONES

Se conmemoran 200 años de este manuscrito, legado fundamental por su indiscutible valor como texto de reflexión y análisis que destaca los altos niveles de visión política alcanzados por Simón Bolívar, como resultado de su esfuerzo por situar la lucha independentista dentro de la perspectiva americana y mundial. Allí expuso la más acabada y factible teoría sobre  la independencia de América y de su desarrollo socio-político que se hubiera formulado hasta ese momento.

La Carta de Jamaica en la actualidad resulta un documento imprescindible y de consulta ineludible, ante la imperiosa convocatoria por la integración latinoamericana y caribeña. Los principios de unificación continental plasmados en el documento histórico tienen plena validez en el presente. Como referencia en la estructuración de los nuevos mecanismos de integración y ante el interés que demuestra el pueblo latinoamericano por plantearse la unidad y la integración como una ruta común.
La idea del Libertador de procurar "la unidad de todos los Estados en una Confederación tiene un valor incalculable".

Con más razón hoy en día cuando los colombianos estamos viviendo la persecución por parte de los venezolanos. ¡Qué lejos estaba el Libertador de imaginar una situación como esta! El, que siempre tuvo "la visión de integración bolivariana", sobre la unión y la creación de la gran patria americana.

La convicción Bolivariana de ver a América unida toda como una gran Nación  se ha visto vulnerada por la política infame realizada por Nicolás Maduro, actual Presidente de Venezuela.

Billete de cinco pesos con la imagen de Bolívar
puesto en circulación por el Banco Nacional de Colombia
en marzo de 1888. 

CONTEXTO HISTÓRICO

Al llegar Bolívar a Kingston en 1815, contaba con 32 años. Para este momento llevaba apenas tres años de plena responsabilidad en la lucha de emancipación. Comenzó su campaña gloriosa con la declaración del Manifiesto de Cartagena el 15 de diciembre de 1812. Durante este período desarrolló una intensa actividad militar. Primero, en 1813, con la Campaña Admirable, que lo llevó vertiginosamente en pocos meses a Caracas el 6 de agosto de 1813 para intentar la refundación de la República, empresa que termina en 1814, en fracaso frente a las huestes de José Tomás Boves. Luego de este fracaso regresa a la Nueva Granada, para intentar repetir la hazaña de la Campaña Admirable, acción que es rechazada por sus partidarios. Sintiéndose incomprendido en Cartagena de Indias, el 9 de mayo de 1815 decide tomar el camino de destierro hacia Jamaica, animado por la idea de llegar al mundo inglés y convencerlo de su cooperación con el ideal de la independencia Hispanoamericana. En Kingston vivirá desde mayo hasta diciembre de 1815, tiempo que dedicó a la meditación y cavilación acerca del porvenir del continente americano ante la situación de la política mundial.

La Carta de Jamaica fue concluida el 6 de septiembre de 1815 en Kingston. En ella analiza Bolívar en una primera parte, cuales habían sido hasta ese momento los sucesos históricos en todo el continente americano en la lucha por la libertad. En términos generales, era un balance del esfuerzo realizado por los patriotas en los años transcurridos desde 1810 hasta 1815. En la parte central del documento se exponen las causas y razones que justificaban la decisión de los "españoles americanos" por la independencia. Posteriormente, termina con una llamada a la Europa para que coopere con la obra de liberación de los pueblos hispanoamericanos. En la tercera y última parte, profetiza y argumenta sobre el destino de México, Centroamérica, la Nueva Granada, Venezuela, Buenos Aires, Chile y Perú. Finalmente, culmina Bolívar su reflexión con una imprecación que repetirá hasta su muerte: la necesidad de la unión entre los países americanos. Aunque la Carta de Jamaica fue escrita nominalmente a un ciudadano inglés, está claro que su objetivo fundamental era llamar la atención de la nación liberal más poderosa del siglo XIX, Inglaterra, a fin de que se decidiese a involucrarse en la independencia americana. (www.venezuelatuya.com/historia/cartajamaica.htm) 

Billete de 10 pesos, emitido por el Banco Nacional de Colombia
con la imagen del Libertador. Puesto en circulación en 1895.

QUE ES Y DONDE ESTÁ

La carta, cuyo título era Contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta Isla, pretendía atraer a Gran Bretaña y al resto de potencias europeas hacia la causa de los patriotas independentistas americanos. La edición en inglés de la carta tuvo el título de “A friend” y en castellano, “A un caballero de esta isla”. El original más antiguo que se conocía es el manuscrito borrador de la versión inglesa conservado en el Archivo General de la Nación (Bogotá), en el fondo Secretaría de Guerra y Marina, volumen 323.

La primera publicación conocida de la Carta en castellano apareció impresa en 1833, en el volumen XXI, Apéndice, de la Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador, compilada por Francisco Javier Yánez y Cristóbal Mendoza.

Retrato de don Roberto Henry Bunch Woodside
que se encuentra ubicado en el salón del Concejo Municipal
de Pacho (Cundinamarca) 

¿ROBERT HENRY BUNCH,  POSIBLE DESTINATARIO DE LA CARTA DE JAMAICA?

"La Carta de Jamaica", de Simón Bolívar destaca como una de las obras más importantes de la época de la independencia iberoamericana. Mientras estaba desterrado en Jamaica después de ser vencido, Bolívar escribió esta carta supuestamente para responder a una previa misiva que había recibido. Teniendo en  cuenta que no especifica exactamente quién es el destinatario, es posible suponer que estaba dirigida a cualquiera de los ingleses que lo apoyaron en sus ideas libertarias y que, a la sazón, estaban en Jamaica.

“Muy señor mío: Me apresuro a contestar la carta de 29 del mes pasado que usted me hizo el honor de dirigirme, y yo recibí con la mayor satisfacción. Sensible como debo, al interés que usted ha querido tomar por la suerte de mi patria, afligiéndose con ella por los tormentos que padece, desde su descubrimiento hasta estos últimos períodos, por parte de sus destructores los españoles, no siento menos el comprometimiento en     que me ponen las solícitas demandas que usted me hace, sobre los objetos más importantes de la política americana. Así, me encuentro en un     conflicto, entre el deseo de corresponder a la      confianza con que usted me favorece, y el impedimento de satisfacerle, tanto por la falta de         documentos y de libros, cuanto por los limitados conocimientos que poseo de un país tan inmenso, variado y desconocido como el Nuevo Mundo…”[1]

El valioso documento llamado también La carta profética, plasma en toda su integridad la faceta política y visión hacia el futuro de La Campaña Libertadora. Fechada como está en Kingston el 6 de septiembre de 1815, supuestamente para contestar la recibida el 29 de agosto de un caballero de la misma isla, el texto de éste documento absorbe por completo la atención de los historiadores. Diríase que se trata de un pretexto literario que utilizó Bolívar para lanzar al público de Jamaica unos conceptos de tamaña trascendencia política. Habida cuenta de lo extraño del país y de la norma que regía el proceder de los gobernantes de las Antillas Británicas de acuerdo con las instrucciones emanadas de su Metrópoli, no favorables por entonces al movimiento emancipador de Hispano América. El futuro Libertador, llenaba los periódicos de Kingston con largos artículos sobre temas análogos, pero siempre bajo seudónimo – Un Suramericano, El Americano – lo cual comprueba la cautela que había de observarse para evitar ingratos problemas.

Fue escrita como ya se dijo para “un caballero de la isla que se interesaba por las cosas de América y por la independencia hispanoamericana”. Así, dirigida a un incógnito corresponsal, la Carta de Jamaica, reproducida, comentada, destacada y alabada por biógrafos y críticos, naturalmente suscita una interrogación de apasionante interés. ¿Quién era ese caballero a quien Bolívar ungía —digamos así— con aquella detenida exposición de sus ideas políticas? Persona de pro, a no dudarse, ya que Bolívar pone tal énfasis en confiarle sus pensamientos de futuras epopeyas.

Sea, sin embargo, de ella lo que fuere, lo cierto es que no existen más hipótesis que la expuesta en 1954  por Monseñor Nicolás Eugenio Navarro, a la sazón Director de La Academia Nacional de la Historia de Venezuela, en el que hace una serie de análisis y concluye que el destinatario de la Carta de Jamaica es un tal Henry Cullen.[2] Después de una detenida lectura del documento en cuestión, observamos una serie de inconsistencias y acomodos que, de ninguna forma, respetan la rigurosidad y seriedad de la historia como una ciencia. Nada se sabe de un señor C. ni tampoco si Cullen es real o fingido. Ninguna evidencia prueba la existencia del tal individuo. ¿Quién era?, ¿Cómo, cuándo y donde conoció al Libertador? ¿Si es que alguna vez fue real, por qué desaparece totalmente del panorama sin dejar huella alguna?   No hay ninguna prueba que ratifique la afirmación. Son sólo suposiciones en las que Navarro crea un destinatario imaginario sin datos concretos y concluyentes.

Por el contrario, la tradición oral entre los descendientes de la familia Bunch así como las publicaciones y comentarios de destacados escritores[3] son las bases que nos llevan a suponer que Robert Henry Bunch pudo haber sido ese destinatario, y si no lo fue, mereció serlo[4] como muy bien lo afirma Key Ayala en su artículo “El caballero desconocido”[5],  ¡Noble y generoso caballero! Supo comprender a Bolívar, quien para entonces, cuando se conocieron, no era sino un desterrado, casi inerme, visionario de una utopía al parecer irrealizable por su magnitud y sus dificultades. Y ese caballero no pertenecía al grupo de los soñadores. Hombre de negocios, de clara visión financiera, regía en Jamaica una casa de banca y había logrado hacer de ella un factor económico de gran potencia. A su clarísima perspicacia de los negocios unía atención y comprensión del ideal político.

Ignoramos cómo y por quién fue presentado Bolívar al banquero Bunch junior, o si se presentó él mismo. Bolívar causó grande impresión en el inglés, quien comprendió al punto cuál caudal de energía, de constancia, de visión, y de alcance estaba contenido en aquel joven ardoroso que se proponía libertar un continente. Se interesó por sus planes, se erigió en protector generoso, sin mácula de provecho personal, de la empresa Libertadora. Confió en la capacidad y en la buena fe del Libertador. Le ofreció su protección y le prometió ayuda financiera para la compra de armas y pertrechos. No se quedó en promesas. Bunch le suministró un préstamo de cientos de libras, sin garantías fiduciarias de ninguna especie, meramente sobre la palabra del joven ideólogo. Merced a tan efectiva ayuda, pudo Bolívar armar expediciones y empujar hacia el triunfo su ideal libertador.

La carta de Jamaica ofrece pocos elementos decisivos para la identificación del corresponsal. Tanto él como Bolívar estaban interesados en esconderse por cuanto no se trataba de conceptos ideológicos, sino de acción presente y futura, de hechos, de operaciones bélicas, desde una posesión británica. De parte de Mr. Bunch habían de tomarse las mayores precauciones, por la entidad que representaba y por las extensas ramificaciones de sus negocios. Lo cierto es que, coronada la libertad de América, Robert Henry Bunch fue recibido con gran beneplácito en nuestra patria y recompensado generosa y ampliamente por el Libertador quien agradeció en múltiples oportunidades el apoyo que recibió de su amigo inglés y pagó con creces las deudas que había adquirido en aquella época.

Robert Henry Bunch, se encontraba en 1828 en Cartagena de Indias instalando la primera banca de la Nueva Granada y realizando incontables negocios con el nuevo gobierno independista según lo demuestra una numerosa documentación.

En 1837 llegó a la Ferrería de Pacho como accionista en momentos en que el hierro se perfilaba como el mejor negocio hacia el futuro. Gracias y a su visión comercial, logró llevar esta industria a su máximo esplendor durante el tiempo que se encontró aquí. Casó con Dolores Mutis, sobrina nieta del sabio, construyó una hermosa casa neocolonial en el Llano de la Hacienda de Pacho. Allí nació su hija y nuestra ilustre poetisa Isabel Bunch Mutis".





[1] BOLIVAR SIMÓN. Fragmento de La Carta de Jamaica. 6 de septiembre de 1815.

[3] Varios interesantes datos sobre la familia Bunch se conservan en una emocionada crónica llena de color y justeza, publicada en 1949 en el diario El Espectador de Bogotá. Su autor, el conocido periodista Álvaro Pachón de la Torre afirma tener en su poder, en el momento de escribir la nota,  documentos de inmenso valor que fueron encontrados en un baúl en la casa de Roberto Bunch.

[4] GUERRERO BELTRÁN LUIS, Juandemaro Querales,  Ensayos y poesías, 1993.  FASCETAS DEL LIBERTADOR POLÍTICO. Página 48

[5] Key Ayala, Santiago. Tomado de la Revista Nacional de Cultura de Venezuela, No. 99 del artículo de, El Caballero Desconocido. Aporte especial de Don Felipe González de Otoya (descendiente directo de Roberto Bunch. Quinta generación)

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