Estampilla por valor de cien pesos para servicio aéreo con el rostro de Bolívar y emitida en 1983 por el gobierno colombiano con ocasión del bicentenario del natalicio del Libertador. |
Con ocasión de la conmemoración de
los doscientos años de la “Carta de Jamaica”, documento escrito por Simón
Bolívar, durante su estancia en la isla de Jamaica y concluida el 6 de
septiembre de 1815, la Academia de Historia de Cundinamarca en su sesión ordinaria
llevada a cabo el día sábado 5 de septiembre de 2015, adelantó un conversatorio
en torno al valioso y profético documento, el cual al lado del manifiesto de
Cartagena (1812) y su mensaje al Congreso de Angostura (1819), constituye uno de los
principales textos de carácter político de Bolívar.
Por tal motivo compartimos en esta
ocasión, el texto de la intervención de la Académica de Número y Presidenta del
Centro de Historia de Pacho, Licenciada Ana Derly Prieto Novoa, quien tituló su
lectura como “¿Roberto Bunch verdadero destinatario de la Carta de Jamaica?
“¿Roberto Bunch verdadero
destinatario
de la Carta de Jamaica?
Por Ana Derly Prieto Novoa
Miembro de Número Academia de Historia de Cundinamarca
Presidenta del Centro de Historia de Pacho
CONVOCATORIA A LA UNIÓN DE NACIONES
Se conmemoran 200 años de este manuscrito, legado
fundamental por su indiscutible valor como texto de reflexión y análisis que
destaca los altos niveles de visión política alcanzados por Simón Bolívar, como
resultado de su esfuerzo por situar la lucha independentista dentro de la
perspectiva americana y mundial. Allí expuso la más acabada y factible teoría
sobre la independencia de América y de su desarrollo socio-político que
se hubiera formulado hasta ese momento.
La Carta de Jamaica en la actualidad resulta un
documento imprescindible y de consulta ineludible, ante la imperiosa
convocatoria por la integración latinoamericana y caribeña. Los principios de
unificación continental plasmados en el documento histórico tienen plena
validez en el presente. Como referencia en la estructuración de los nuevos
mecanismos de integración y ante el interés que demuestra el pueblo
latinoamericano por plantearse la unidad y la integración como una ruta común.
La idea del Libertador de procurar "la unidad de todos los Estados
en una Confederación tiene un valor incalculable".
Con más razón hoy en día cuando los colombianos
estamos viviendo la persecución por parte de los venezolanos. ¡Qué lejos estaba
el Libertador de imaginar una situación como esta! El, que siempre tuvo "la
visión de integración bolivariana", sobre
la unión y la creación de la gran patria americana.
La convicción Bolivariana de ver a América unida
toda como una gran Nación se ha visto vulnerada
por la política infame realizada por Nicolás Maduro, actual Presidente de
Venezuela.
Billete de cinco pesos con la imagen de Bolívar puesto en circulación por el Banco Nacional de Colombia en marzo de 1888. |
CONTEXTO HISTÓRICO
Al llegar Bolívar a Kingston en 1815, contaba con
32 años. Para este momento llevaba apenas tres años de plena responsabilidad en
la lucha de emancipación. Comenzó su campaña gloriosa con la declaración del Manifiesto de Cartagena el 15 de diciembre de 1812. Durante este período
desarrolló una intensa actividad militar. Primero, en 1813, con la Campaña
Admirable, que lo llevó vertiginosamente en pocos meses a Caracas el 6 de
agosto de 1813 para intentar la refundación de la República, empresa que
termina en 1814, en fracaso frente a las huestes de José Tomás Boves. Luego de
este fracaso regresa a la Nueva Granada, para intentar repetir la hazaña de la Campaña Admirable, acción que es rechazada por sus partidarios. Sintiéndose
incomprendido en Cartagena de Indias, el 9 de mayo de 1815 decide tomar el
camino de destierro hacia Jamaica, animado por la idea de llegar al mundo
inglés y convencerlo de su cooperación con el ideal de la independencia
Hispanoamericana. En Kingston vivirá desde mayo hasta diciembre de 1815, tiempo
que dedicó a la meditación y cavilación acerca del porvenir del continente
americano ante la situación de la política mundial.
La Carta de Jamaica fue concluida el 6 de
septiembre de 1815 en Kingston. En ella analiza Bolívar en una primera parte,
cuales habían sido hasta ese momento los sucesos históricos en todo el
continente americano en la lucha por la libertad. En términos generales, era un
balance del esfuerzo realizado por los patriotas en los años transcurridos
desde 1810 hasta 1815. En la parte central del documento se exponen las causas y
razones que justificaban la decisión de los "españoles americanos"
por la independencia. Posteriormente, termina con una llamada a la Europa para
que coopere con la obra de liberación de los pueblos hispanoamericanos. En la
tercera y última parte, profetiza y argumenta sobre el destino de México,
Centroamérica, la Nueva Granada, Venezuela, Buenos Aires, Chile y Perú.
Finalmente, culmina Bolívar su reflexión con una imprecación que repetirá hasta
su muerte: la necesidad de la unión entre los países americanos. Aunque la
Carta de Jamaica fue escrita nominalmente a un ciudadano inglés, está claro que
su objetivo fundamental era llamar la atención de la nación liberal más
poderosa del siglo XIX, Inglaterra, a fin de que se decidiese a involucrarse en
la independencia americana. (www.venezuelatuya.com/historia/cartajamaica.htm)
Billete de 10 pesos, emitido por el Banco Nacional de Colombia con la imagen del Libertador. Puesto en circulación en 1895. |
QUE ES Y DONDE ESTÁ
La carta, cuyo título era Contestación de un Americano
Meridional a un caballero de esta Isla, pretendía atraer a Gran Bretaña y al
resto de potencias europeas hacia la causa de los patriotas independentistas
americanos. La edición en inglés de la carta tuvo el título de “A friend” y en
castellano, “A un caballero de esta isla”. El original más antiguo que se
conocía es el manuscrito borrador de la versión inglesa conservado en el
Archivo General de la Nación (Bogotá), en el fondo Secretaría de Guerra y
Marina, volumen 323.
La primera publicación conocida de la Carta en castellano
apareció impresa en 1833, en el volumen XXI, Apéndice, de la Colección de
documentos relativos a la vida pública del Libertador, compilada por Francisco
Javier Yánez y Cristóbal Mendoza.
Retrato de don Roberto Henry Bunch Woodside que se encuentra ubicado en el salón del Concejo Municipal de Pacho (Cundinamarca) |
¿ROBERT HENRY BUNCH, POSIBLE DESTINATARIO DE LA CARTA DE JAMAICA?
"La
Carta de Jamaica", de Simón Bolívar destaca como una de las obras más
importantes de la época de la independencia iberoamericana. Mientras estaba
desterrado en Jamaica después de ser vencido, Bolívar escribió esta carta
supuestamente para responder a una previa misiva que había recibido. Teniendo
en cuenta que no especifica exactamente
quién es el destinatario, es posible suponer que estaba dirigida a cualquiera
de los ingleses que lo apoyaron en sus ideas libertarias y que, a la sazón,
estaban en Jamaica.
“Muy señor mío: Me apresuro a contestar la carta de 29 del
mes pasado que usted me hizo el honor de dirigirme, y yo recibí con la mayor
satisfacción. Sensible como debo, al interés que usted ha querido tomar por la
suerte de mi patria, afligiéndose con ella por los tormentos que padece, desde
su descubrimiento hasta estos últimos períodos, por parte de sus destructores
los españoles, no siento menos el comprometimiento en que me ponen las solícitas demandas que usted me hace, sobre los
objetos más importantes de la política americana. Así, me encuentro en un conflicto, entre el deseo de corresponder a
la confianza con que usted me
favorece, y el impedimento de satisfacerle, tanto por la falta de documentos y de libros, cuanto por los
limitados conocimientos que poseo de un país tan inmenso, variado y desconocido
como el Nuevo Mundo…”[1]
El valioso documento llamado también La
carta profética, plasma en toda su integridad la faceta política y
visión hacia el futuro de La Campaña Libertadora. Fechada como está en Kingston
el 6 de septiembre de 1815, supuestamente para contestar la recibida el 29 de
agosto de un caballero de la misma isla, el texto de éste documento absorbe por
completo la atención de los historiadores. Diríase que se trata de un pretexto
literario que utilizó Bolívar para lanzar al público de Jamaica unos conceptos
de tamaña trascendencia política. Habida cuenta de lo extraño del país y de la
norma que regía el proceder de los gobernantes de las Antillas Británicas de
acuerdo con las instrucciones emanadas de su Metrópoli, no favorables por
entonces al movimiento emancipador de Hispano América. El futuro Libertador,
llenaba los periódicos de Kingston con largos artículos sobre temas análogos,
pero siempre bajo seudónimo – Un Suramericano, El
Americano – lo cual comprueba la cautela que había de observarse para
evitar ingratos problemas.
Fue escrita como ya se dijo para “un
caballero de la isla que se interesaba por las cosas de América y por la
independencia hispanoamericana”. Así, dirigida a un incógnito corresponsal, la
Carta de Jamaica, reproducida, comentada, destacada y alabada por biógrafos y
críticos, naturalmente suscita una interrogación de apasionante interés. ¿Quién
era ese caballero a quien Bolívar ungía —digamos así— con aquella detenida
exposición de sus ideas políticas? Persona de pro, a no dudarse, ya que Bolívar
pone tal énfasis en confiarle sus pensamientos de futuras epopeyas.
Sea, sin embargo, de ella lo que
fuere, lo cierto es que no existen más hipótesis que la expuesta en 1954 por Monseñor Nicolás Eugenio Navarro, a la
sazón Director de La Academia Nacional de la Historia de Venezuela, en el que
hace una serie de análisis y concluye que el destinatario de la Carta de
Jamaica es un tal Henry Cullen.[2]
Después de una detenida lectura del documento en cuestión, observamos una serie
de inconsistencias y acomodos que, de ninguna forma, respetan la rigurosidad y
seriedad de la historia como una ciencia. Nada se sabe de un señor C. ni
tampoco si Cullen es real o fingido. Ninguna evidencia prueba la existencia del
tal individuo. ¿Quién era?, ¿Cómo, cuándo y donde conoció al Libertador? ¿Si es
que alguna vez fue real, por qué desaparece totalmente del panorama sin dejar
huella alguna? No hay ninguna prueba
que ratifique la afirmación. Son sólo suposiciones en las que Navarro crea un
destinatario imaginario sin datos concretos y concluyentes.
Por el contrario, la tradición oral
entre los descendientes de la familia Bunch así como las publicaciones y
comentarios de destacados escritores[3]
son las bases que nos llevan a suponer que Robert Henry Bunch pudo haber sido
ese destinatario, y si no lo fue, mereció serlo[4]
como muy bien lo afirma Key Ayala en su artículo “El caballero desconocido”[5], ¡Noble y generoso caballero! Supo comprender
a Bolívar, quien para entonces, cuando se conocieron, no era sino un
desterrado, casi inerme, visionario de una utopía al parecer irrealizable por
su magnitud y sus dificultades. Y ese caballero no pertenecía al grupo de los
soñadores. Hombre de negocios, de clara visión financiera, regía en Jamaica una
casa de banca y había logrado hacer de ella un factor económico de gran
potencia. A su clarísima perspicacia de los negocios unía atención y
comprensión del ideal político.
Ignoramos cómo y por quién fue
presentado Bolívar al banquero Bunch junior, o si se presentó él mismo. Bolívar
causó grande impresión en el inglés, quien comprendió al punto cuál caudal de
energía, de constancia, de visión, y de alcance estaba contenido en aquel joven
ardoroso que se proponía libertar un continente. Se interesó por sus planes, se
erigió en protector generoso, sin mácula de provecho personal, de la empresa
Libertadora. Confió en la capacidad y en la buena fe del Libertador. Le ofreció
su protección y le prometió ayuda financiera para la compra de armas y
pertrechos. No se quedó en promesas. Bunch le suministró un préstamo de cientos
de libras, sin garantías fiduciarias de ninguna especie, meramente sobre la
palabra del joven ideólogo. Merced a tan efectiva ayuda, pudo Bolívar armar
expediciones y empujar hacia el triunfo su ideal libertador.
La carta de Jamaica ofrece pocos
elementos decisivos para la identificación del corresponsal. Tanto él como
Bolívar estaban interesados en esconderse por cuanto no se trataba de conceptos
ideológicos, sino de acción presente y futura, de hechos, de operaciones
bélicas, desde una posesión británica. De parte de Mr. Bunch habían de tomarse
las mayores precauciones, por la entidad que representaba y por las extensas
ramificaciones de sus negocios. Lo cierto es que, coronada la libertad de
América, Robert Henry Bunch fue recibido con gran beneplácito en nuestra patria
y recompensado generosa y ampliamente por el Libertador quien agradeció en
múltiples oportunidades el apoyo que recibió de su amigo inglés y pagó con
creces las deudas que había adquirido en aquella época.
Robert Henry Bunch, se encontraba en
1828 en Cartagena de Indias instalando la primera banca de la Nueva Granada y realizando
incontables negocios con el nuevo gobierno independista según lo demuestra una
numerosa documentación.
En 1837 llegó a la Ferrería de Pacho
como accionista en momentos en que el hierro se perfilaba como el mejor negocio
hacia el futuro. Gracias y a su visión comercial, logró llevar esta industria a
su máximo esplendor durante el tiempo que se encontró aquí. Casó con Dolores
Mutis, sobrina nieta del sabio, construyó una hermosa casa neocolonial en el Llano
de la Hacienda de Pacho. Allí nació su hija y nuestra ilustre poetisa Isabel
Bunch Mutis".
[1] BOLIVAR SIMÓN. Fragmento de La Carta de
Jamaica. 6 de septiembre de 1815.
[2] NAVARRO NICOLÁS. el destinatario de la "Carta de Jamaica" :
(en torno a un luminoso hallazgo documental). e. Caracas:
Impr. Nacional, 1954
[3] Varios interesantes datos sobre la familia
Bunch se conservan en una emocionada crónica llena de color y justeza,
publicada en 1949 en el diario El Espectador de Bogotá. Su autor, el conocido
periodista Álvaro Pachón de la Torre afirma tener en su poder, en el momento de
escribir la nota, documentos de inmenso
valor que fueron encontrados en un baúl en la casa de Roberto Bunch.
[4] GUERRERO BELTRÁN LUIS, Juandemaro
Querales, Ensayos y poesías, 1993. FASCETAS DEL LIBERTADOR POLÍTICO. Página 48
[5] Key
Ayala, Santiago. Tomado de la
Revista Nacional de Cultura de Venezuela, No. 99 del artículo de, El Caballero
Desconocido. Aporte especial de Don Felipe González de
Otoya (descendiente
directo de Roberto Bunch. Quinta generación)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario