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jueves, 26 de febrero de 2015

LA CATEDRAL SUMERGIDA




Billete de 500 pesos emitido por el Banco de la República en enero de 1968.
con la imagen de la Catedral de Sal en su reverso. (Colección Particular). 

EN EL MES DE AGOSTO DEL AÑO 2014, SE CUMPLIERON 60 AÑOS, DE LA INAUGURACIÓN DE LA PRIMERA CATEDRAL DE SAL, QUE SE CONSTRUYÓ AL INTERIOR DE LA MONTAÑA SALINA DE ZIPAQUIRÁ.

EL PROYECTO DE CONSTRUIR UNA CATEDRAL AL INTERIOR DE LAS MINAS DE SAL DE ZIPAQUIRÁ, FUE MATERIALIZADO EN SESIÓN DEL 11 DE JULIO DE 1950, DEL COMITÉ EJECUTIVO DE SALINAS, ENCARGÁNDOSE LA EJECUCIÓN DEL PROYECTO AL DIRECTOR DE LA CONCESIÓN DE SALINAS DOCTOR CARLOS GÓMEZ MARTÍNEZ Y AUTORIZADA SU INICIACIÓN A PARTIR DE AGOSTO DE 1951, CONFORME A LOS ESTUDIOS Y PLANOS ELABORADOS POR EL ARQUITECTO JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ CONCHA. 

LAS CARACTERÍSTICAS DE LA CATEDRAL, SE ESTABLECIERON EN CUATRO NAVES QUE SE DENOMINARON: 

1.- NAVE DE LA HISTORIA Y DEL PESEBRE.

2.- NAVE DEL BAUTISTERIO.

3.- NAVE DEL CALVARIO.

4.- NAVE DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE GUASÁ. (Información tomada del artículo titulado "La Basílica subterránea de Guasá, escrito por Nicanor Pinzón Neira y publicado en la Revista Zipaquirá No, 3 de 1954). 

A MEDIADOS DEL AÑO 1952 SE CULMINÓ LA PRIMERA ETAPA DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA CATEDRAL, Y A FINALES DEL MISMO AÑO LA REVISTA ESTAMPAS DE COLOMBIA CUYOS DIRECTORES ERAN DIEGO MANRIQUE ZARATE Y JOSÉ VEJARANO CAMARGO, DEDICÓ UNO DE SUS NÚMEROS A LA CIUDAD DE ZIPAQUIRÁ, EDICIÓN EN LA CUAL SE INCLUYÓ EL ARTÍCULO QUE EN ESTA OCASIÓN COMPARTIMOS Y EL CUAL RESEÑA LOS AVANCES DE LA OBRA PARA 1952 Y  EL IMPACTO QUE SE ESPERABA EJERCIERA EN LA SOCIEDAD Y ECONOMÍA ZIPAQUIREÑA. 

LA PRIMERA CATEDRAL DE SAL, FUE CLAUSURADA EN EL AÑO 1992 POR FALLAS ESTRUCTURALES, DÁNDOSE INICIO POR LA MISMA ÉPOCA AL PROYECTO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA ACTUAL CATEDRAL DE SAL, DISEÑADA POR EL ARQUITECTO ROSWELL GARAVITO, GANADOR DEL CONCURSO QUE SE CONVOCÓ PARA DICHO FIN A NIVEL NACIONAL. SIENDO INAUGURADA EN EL AÑO DE 1995, LA ACTUAL CATEDRAL DE SAL, PRIMERA MARAVILLA DE COLOMBIA, 


Billete de 500 pesos emitido por el Banco de la República en agosto de 1973.
La imagen de la Catedral de Sal, se ubicó en su reverso. (Colección Particular).


“LA CATEDRAL SUMERGIDA

Artículo de autor anónimo,  tomado de la revista
“Estampas de Colombia” del año 1952.

Cada uno de los Administradores de Salinas ha contribuido al embellecimiento de Zipaquirá, y ha creado atracciones turísticas de notable importancia. El doctor Villaveces López hizo de la carretera y los alrededores de la mina, un verdadero jardín. El doctor Francisco Acevedo terminó la hostería de “El Libertador”. Y ahora el doctor Nicanor Pinzón Neira se ha dedicado a levantar un templo colosal en el interior de la mina, obra de inmensas proyecciones que ha contado en todo el momento con el apoyo inteligente y sagaz de los directores del Banco de la República, especialmente de los Jefes de la Sección de Salinas, los doctores Gómez Martínez y Pedro Pablo Díaz.

Después de recorrer el túnel que sirve de entrada a la mina, aparece en la mitad de ella un cuadro verdaderamente fantasmagórico. Altas columnas de mineral salina sostiene la Basílica, en forma de cruz. A la cabeza está el altar mayor, desde el cual se puede oficiar la misa frente a los fieles. En la mitad queda el coro, en donde se instalará un potente órgano de voces humanas, que por la acústica especial que tienen las naves altas y gigantescas, vendrá a dar un maravilloso sonido y a darle una grave severidad a las ceremonias que allí se realicen. A un lado del altar mayor, sobre uno de los brazos estará el bautisterio. Este será construido con una piscina a la cual vendrá a caer una gran fuente o chorro de agua que viene de la montaña. Los obreros harán bautizar a sus hijos en aquél sitio, y sus matrimonios también se celebrarán, dentro de aquel templo, en donde ellos y sus ascendientes han venido laborando a través de muchas generaciones.

En el otro brazo está el pesebre, que constituirá una novedad por el amplio sitio que se ha destinado para él. La semana de Aguinaldos se hará, pues, este año dentro de la mina, y no hay duda que por su esplendidez y alegría será uno de los motivos de mayor atracción turística que va a tener Zipaquirá, al cual concurrirán gentes de todo el país, y con mayor razón los extranjeros que visiten la capital de la República.

La proyección y dirección técnica de esta obra ha sido encomendada al doctor Francisco González Concha, el notable arquitecto colombiano, que hizo la obra de reconstrucción del Palacio de San Carlos, y que fue autor de los planos de la Hostería de “El Libertador”, y ahora va a tener también a su cargo la reconstrucción de la Recoleta de San Diego, en Bogotá.

Avances de la construcción de la Catedral de Sal para finales del año 1952.
Foto tomada de la Revista "Estampas de Colombia".
Las familias que por costumbre salen todos los domingos a tomar oxígeno en el pulmón de los campos sabaneros, y que acostumbran por lo general oír misa tarde, no van a necesitar volverse a la ciudad, sino que pueden hacerlo en una forma muy grata para sus sentidos y para su espíritu dentro de la Catedral Salina y salir después a gozar de las espléndidas viandas del piquete regional.

No hay duda alguna que la comida la hacen más buena el paisaje y la sazón que da la naturaleza. Para complementar el paseo dominical, entendemos que el Banco de la República en su deseo de hacer de Zipaquirá el sitio natural de descanso y atracción de los turistas pobres y ricos que habitan en la capital del país, les ofrecerá sitios de verdadero esparcimiento. De por sí ya lo es la Hostería de “El Libertador”, para la gente pudiente. Pero a ésta le falta la construcción de otro tramo, con pista de baile, pues los huéspedes que la frecuentan, una vez hechos los honores de la mesa, no tienen donde continuar su deseo de unas horas más de expansión y entretenimiento.

 
Los pobres también tendrán el lote de generosidad del Banco, pues va a construir un Cabaret popular sobre la plazoleta que da a la salida de los socavones de Guasá. Allí se podrán pasar horas agradables y a precios económicos, gustar el deleite de los mejores platos de la comida regional. Y sobre todo llevarse los ojos llenos del paisaje, y el recuerdo oriental y fastuoso de la Catedral Sumergida”.   

Último billete de 500 pesos, emitido por el Banco de la República con la imagen
de la Catedral de Zipaquirá, en su reverso, emisión de abril de 1979. (colección particular).



lunes, 23 de febrero de 2015

EL BOEING 720-B "NARIÑO" DE AVIANCA


A PROPÓSITO DE LOS 250 AÑOS DEL NATALICIO DEL PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA  DON "ANTONIO NARIÑO". 

EL PRÓXIMO 9 DE ABRIL, NUESTRO PAÍS DEBERÁ CONMEMORAR LOS 250 AÑOS DEL NATALICIO DEL PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA Y PADRE DE CUNDINAMARCA DON ANTONIO NARIÑO, POR TAL MOTIVO EL CENTRO DE HISTORIA DE ZIPAQUIRÁ, FILIAL DE LA ACADEMIA DE HISTORIA DE CUNDINAMARCA,  A PARTIR DE LA FECHA SE VINCULA CON DICHA CONMEMORACIÓN, DEDICANDO UN ESPACIO DE ESTE MEDIO DE INFORMACIÓN PARA RECORDAR LA VIDA Y OBRA DEL PRECURSOR.

DAMOS INICIO A ESTE ESPACIO, CON UN CORTO PERO INTERESANTE ARTÍCULO, QUE NOS DARÁ A CONOCER UNO DE LOS HOMENAJES QUE RINDIÓ LA EMPRESA PRIVADA A NUESTRO PRECURSOR EN EL AÑO DE 1965, CON OCASIÓN DEL BICENTENARIO DE SU NATALICIO. 

Billete de 5 pesos plata, emitido por el Banco de la República en el año de 1941 con la efigie
de Antonio Nariño en su juventud. (colección particular). 

"EL BOEING 720-B "NARIÑO"
“DE AVIANCA


Por Ernesto Campos García
Miembro de Número
Academia de Historia de Cundinamarca

En su ensayo: “Algunos aspectos de la personalidad histórica de Colombia”, publicado en el año 1969, Jaime Jaramillo Uribe, resalta que en nuestra nación a diferencia del contexto hispanoamericano, fue débil y muy ausente el fenómeno del caudillismo, elemento de nuestra personalidad histórica,  al cual le atribuye razones de orden económicas y sociales desarrolladas desde la misma colonia y la gran influencia que en nuestra sociedad han tenido las clases o partidos políticos tradicionales y el civilismo[1].

Esa gran influencia de la sociedad civil y el no surgimiento de caudillos fuertes y constantes, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, a diferencia del fenómeno que se presentó en países como Argentina, Nicaragua, República Dominica, Venezuela o Paraguay y de la que  hablaba Jaramillo Uribe;  al día de hoy podemos considerarla como una causa histórica, para que en un país como Colombia una vez iniciada la república, haya sido tan marcado el interés por estudiar, escribir biografías, resaltar y homenajear a nuestros precursores y próceres del periodo de la independencia, es decir a la generación denominada como los ilustrados de la Nueva Granada, labor que tuvo un fortalecimiento y mayor ahínco a partir del surgimiento de la historiografía académica en el año 1902 con  la fundación de la  Academia Colombiana de Historia y la posterior creación de centros de historia y academias departamentales.    

Un ejemplo de este aspecto tan marcado de la personalidad histórica de nuestra nación, se vivió durante el año 1965 al conmemorarse el bicentenario del natalicio del Precursor de la Independencia Don Antonio Nariño, en donde una gran parte del territorio nacional, así como sus instituciones públicas y privadas se volcaron a celebrar con diferentes tipos de actos dicha efeméride.

El programa de conmemoración, estuvo liderado desde el  comienzo por la Academia Colombiana de Historia, para ese entonces bajo la presidencia del General Julio Londoño, la institución conformó una comisión  de la cual hicieron parte los académicos, Guillermo Hernández de Alba, Carlos Restrepo Canal, Bernardo J. Caycedo y Oswaldo Díaz Díaz, acompañados por Alfonso Lozano Caballero en representación del departamento de Cundinamarca, un representante del distrito especial de Bogotá y un delegado las fuerzas militares; los logros más significativos en aquella ocasión podemos resumirlos así: se designó la residencia del Presidente de la República como “Casa de Nariño, se adelantó la creación y adecuación de la sala Antonio Nariño en el museo  20 de julio hoy denominado museo de la independencia,  patrocinada por la Gobernación de Cundinamarca quien donó en dicha época la suma de cien mil pesos para su adecuación; la compra del predio anexo al citado museo, en donde se levantó posteriormente el obelisco de la libertad ideado por Nariño, gracias al apoyo económico otorgado por el banco de la república y la creación de la orden civil cundinamarquesa “Antonio Nariño” por parte de la asamblea de Cundinamarca[2].

Los anteriores logros,  los encontramos condensados en los propósitos que se plantearon en diversos actos administrativos promulgados desde el ejecutivo nacional, distrital y departamental y que en su gran mayoría se cumplieron, siendo estos el decreto No. 866 de 9 de abril de 1965 expedido por el presidente Guillermo León Valencia; el acuerdo No. 143 del Concejo del distrito especial de Bogotá; la ordenanza No. 8 de 21 de noviembre de 1964 de la Asamblea de Cundinamarca, la resolución No. 1 de 10 de abril de 1965 de la misma corporación y el decreto No. 363 de 3 de abril de 1965 expedido por el gobernador de Cundinamarca Francisco Gaviria Rincón.     

Pero quizás el homenaje más representativo y pudiéramos decir original, no solo por haber sido iniciativa de la empresa privada, sino por el significado de liberación económica en que se enmarcó y como lo veremos a continuación,  fue la decisión  tomada por la junta de accionistas y directivos de la aerolínea Avianca, de bautizar uno de sus aviones con el  apellido del precursor y padre de Cundinamarca.

A partir del año 1961, la empresa Avianca introdujo a su flota uno de los aviones comerciales más modernos para ese entonces, la aeronave a reacción conocida como “BOEING 720 B”, ingresando dicha empresa en la era del jet, en un inicio se adquirieron  dos unidades las cuales fueron bautizadas como “Bolívar y Santander”, cuatro años después en 1965, se suma un elemento más a su flota matriculado bajo el número HK 726, al cual con ocasión  del año del bicentenario del natalicio del precursor se le bautizó con su apellido,  el viernes 9 de abril de 1965 sobre las 12 y 30 del día, en las instalaciones del aeropuerto  y designándosele como  madrina a doña María Luisa Ibáñez Manrique, bisnieta del precursor.

Imagen de uno de los Boeing 720-B, adquiridos por la empresa Avianca en los años
sesenta del siglo pasado. Tomada de www.skyscrapercity.com
Con la compra de estos modernos jets la empresa Avianca, conformó la que denominó  su  “flota de los libertadores”, con la cual tal y como lo mencionara su Presidente Juan Pablo Ortega en el acto de bautizo del boeing 720 B “Nariño”, pretendían en primer lugar contribuir a la prosperidad nacional,  estar a la vanguardia de la aviación latinoamericana y que dichas naves fueran un símbolo de libertad y cumplieran el objetivo de contribuir a la liberación económica del país, metas  que para que dieran fruto, era necesario el apoyo y acompañamiento continuo del gobierno nacional, a fin de que se proyectaran en el tiempo y formaran las bases de una política internacional que amparará los intereses económicos de Colombia, lo anterior debido a la fuerte competencia  que  en  los años sesenta ejercía el transporte aéreo internacional[3].

El Historiador  boyacense Pedro Gustavo Huertas Ramírez,   sostiene que: “En los anales de los pueblos y de las naciones, hay acontecimientos que por su transcendencia dejan profunda huella y se constituyen en hitos coyunturales de su desarrollo histórico[4]”, vemos como dicha condición se cumple con  Antonio Nariño, ya que más allá de querer entronizarlo en el olimpo de los héroes o próceres de Colombia, su vida y obra se ha convertido en un hecho histórico de larga duración, el cual siempre estará presente y será factor fundamental en el desarrollo de los diferentes aspectos de la sociedad colombiana, como en efecto lo fue para la empresa avianca en la década de los sesenta del siglo pasado, entidad comercial que para hacer un llamado de liberación económica y solicitar el continúo acompañamiento y apoyo del ente estatal en su labor empresarial, tuvo a bien recordar los ideales y pensamiento de don Antonio Nariño y por tal motivo signó el apellido del padre de Cundinamarca en uno de los aviones de su flota,  el cual estaba llamado a cumplir dicha misión, es decir el boeing 720 B de matrícula HK 726, que surcó los aires llevando en alto la bandera colombiana y el nombre del precursor de su independencia, siendo necesario reiterarlo, como símbolo de liberación económica y no sometimiento a la arrolladora industria área internacional, labor que cumplió  hasta el año 1984 cuando fue jubilado".
  


[1] Jaime Jaramillo Uribe. La personalidad histórica de Colombia y otros ensayos. Pags. 131 a 153. Biblioteca Básica Colombiana. No. 28. Bogotá 1977.
[2] Para los interesados en conocer más detenidamente el desarrollo de la conmemoración del bicentenario del natalicio de Antonio Nariño en 1965, véase: Boletín de Historia y Antigüedades de la Academia Colombiana de Historia Volumen LII Nos. 606, 607 y 608. Abril a junio de 1965. E igualmente en el volumen CVI de la Biblioteca de Historia Nacional “Segundo centenario del nacimiento de don Antonio Nariño” por Oswaldo Díaz Díaz. Editorial Kelly. 1965. Academia Colombiana de Historia. 
[3] Juan Pablo Ortega. Boletín de Historia y Antigüedades Nos. 606, 607 y 608. “En el aeropuerto de el dorado”. Pgas. 337-338. Abril a mayo de 1965. Bogotá. S.I.
[4] Pedro Gustavo Huertas Ramírez. Boyacá Perfiles históricos de identidad regional y nacional. Tunja – Boyacá. Búho Editores. 2004. 


domingo, 22 de febrero de 2015

ACTA DE FUNDACIÓN DE ZIPAQUIRÁ


Retrato imaginario del Fundador de Zipaquirá, 
Licenciado Luis Enríquez, que se 
encuentra en el salón del Concejo Municipal.  


LA FUNDACIÓN DE ZIPAQUIRÁ, TUVO LUGAR EL 18 DE JULIO DE 1600, POR EL LICENCIADO LUIS ENRÍQUEZ, EN SU CALIDAD DE OIDOR DE LA REAL AUDIENCIA DE SANTAFÉ, QUIEN LE ENCARGÓ LLEVAR A CABO UNA VISITA GENERAL A LOS TERRITORIOS DE SU JURISDICCIÓN. 

EN DESARROLLO DE SU VISITA Y EN CUMPLIMIENTO DE LA POLÍTICA ESTABLECIDA DESDE MEDIADOS DEL SIGLO XVI POR LA CORONA ESPAÑOLA, DE FUNDAR Y CONGREGAR PUEBLOS DE INDIOS, LUIS ENRÍQUEZ FUNDA EN LA FECHA ARRIBA CITADA, EL PUEBLO DE INDIOS DE ZIPAQUIRÁ.  



Primera hoja del acta de fundación de Zipaquirá.


EN EL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, SECCIÓN COLONIA - VISITAS DE CUNDINAMARCA TOMO 13, REPOSA EL ACTA DE FUNDACIÓN DE ZIPAQUIRÁ, CUYO CONTENIDO ES EL SIGUIENTE:  


"En el pueblo y repartimiento de Cipaquirá de la encomienda de Francisco de Ortega, jurisdicción de la ciudad de Santafé, a diez y ocho días del mes de julio mil seiscientos años el señor Licenciado Luis Enríquez del Consejo del Rey Nuestro Señor su Oidor en la Real Audiencia deste Reino y Visitador General de dicho Partido y los demás de sus comisiones y del Partido de Tunja, dijo que en conformidad de lo que Su Majestad tiene mandado por sus cédulas reales y por la comisión particular que tiene el señor Doctor Francisco de Sande, Caballero del hábito de Santiago del Consejo del Rey Nuestro Señor, su Presidente Gobernador y Capitán General del Reino su merced ha hecho la información y los demás autos y diligencias que la han parecido convenir sobre los convenientes que puedan resultar de la poblazón de los indios de Cipaquirá, Suatiba, Tenemequira y Gotaque de las encomienda de Don Francisco de Ortega que tendría trescientos cincuenta indios útiles; y los pueblos de Cogua, Nemeza y Peza de la encomienda de Juan de Silva Collantes que serán ciento y sesenta indios útiles, y visto por vista de ojos los asientos y sitios deste dicho pueblo de Cipaquirá e informándose del aprovechamiento que tienen con las salinas dél y así mismo está informado que Don Juan de Olmos tiene en encomienda otros cincuenta indios en el pueblo de Pacho, junto con los que allí tiene el dicho Francisco de Ortega, y así mismo están en el pueblo de Tibitó de la encomienda del dicho Juan de Olmos otros cincuenta indios, y otro capitanejo con otros ocho indios que tiene en encomienda Juan Roldan en el páramo que llaman Yayta, todo los cuales dichos pueblos les parece cosa conveniente y necesaria que se pueblen juntos y excusar los inconvenientes que resultan de estas apartados en diversas poblazones, y estando juntos y congregados en un sitio poblados con plaza, calles y orden y política vivirá con buena orden, por tanto mandaba y mandó que en el sitio do sumerced estuvo ayer dicho día en un llano que esta por bajo del dicho pueblo de Cipaquirá en una rinconada como se va a Cogua en la parte que sumerced mandó medir la iglesia de cincuenta varas de largo y doce de ancho y medio cuadrar la plaza por delante de cien varas en cuadro; se haga la iglesia por la forma, traza y modelo que se ordenará y aún lado de la dicha iglesia se haga la casa del padre doctrinero con veinte y cinco varas en cuadro y al otro lado se pueble el Cacique en la misma forma  y a la redonda de la plaza se sitúen las casa de los capitanes del dicho pueblo de Cipaquirá y a ellos y a los demás indios se les señalen sus casas en línea recta con veinte varas en cuadro de sitio para sus casas, corrales y las calles queden limpias y deserbadas de seis varas de ancho entre cada ochenta varas en cuadro y en esta forma se han de poblar los pueblos de Cipaquirá, Suatiba, Tenemequira, Gotaque del valle de Pacho de la encomienda del dicho Francisco de Ortega y por esta orden y al dicho sitio se han de recoger y poblar los pueblos de Cogua, Nemeza y Peza de la encomienda del dicho Juan de Silva Collantes con sus familias; y así mismo los pueblos de Pacho y Tibitó del dicho Juan de Olmos con todos sus sujetos y así mismo los indios del dicho Juan Roldán acomodándose todos en el dicho sitio y asiento dividiéndose y poblándose cada pueblo de por sí con distinción calle en medio por sus capitanías donde se ha de hacer la dicha iglesia de mampostería por la traza que se dará, y entre tanto se hará una ramada donde se diga misa con los ornamentos de los mismos encomenderos que han tenido y tienen las dicha iglesias. Para todo lo cual está informado que Pedro de Herrera es persona que lo pondrá en ejecución y lo cumplirá, al cual nombraba y nombró para el dicho  efecto para que lo haga, cumpla y ejecute compeliendo y apremiando a todos los caciques, capitanes e indios de los pueblos, de suso declarados a que vengan a poblarse al dicho sitio en la forma arriba contenida, sacándolos de cualesquier quebradas y partes donde estuvieren, apremiándolos a ello por todo rigor y a los que fueren rebeldes les quemará sus casas y bohíos sacando primero lo que tuvieren dentro, persuadiéndoles a los indios que han de vivir juntos por ser lo que más les conviene, y poblándose por la orden dicha se les reservan sus tierras y labranzas viviendo y asistiendo de ordinario en el dicho pueblo nuevo y acudiendo a la misa y doctrina los domingos y fiestas sin consentir que ninguno esté poblado con su casa y ranchería fuera de la dicha poblazon so color de que que hace labranzas sino es el dicho nuevo sitio, lo cual hará por su persona ayudándole para esto Luis Gutiérrez, vecino y Regidor de la ciudad de Santafé, administrador de las salinas desde dicho pueblo de Cipaquirá en todo lo posible, y porque sumerced es informado que algunos de los indios que se han de poblar en el dicho sitio están apartados y divididos en tierras ásperas y fragosas, le da facultad al dicho Pedro de Herrera para que nombre las personas de cuidado y diligencia que conviniere para que con vara de la real justicia le ayuden a la dicha poblazon. Y porque en este dicho pueblo de Cipaquirá están las salinas del puestas en la Corona Real y se administran por Su Majestad y los indios deste dicho pueblo son los que acuden al beneficio della para traer la leña y las demás cosas y los indios del pueblo de Cogua son los que hacen las ollas y gachas y otras vasijas para hacer la dicha sal, mando al dicho Pedro de Herrera que los primeros pueblos que se comenzaren a poblar en el dicho nuevo sitio sean los de los pueblos de Cipaquirá y Cogua y los demás del dicho Francisco de Ortega y luégo los demás procurando y advirtiendo que para que no cese el beneficio y administración de la dicha sal se dé orden como en tanto que se puebla una capitanía acuda otra al dicho ministerio de forma que no cese su beneficio y por esta orden se ha de hacer con los demás. En todo lo cual ha de tener muy gran cuidado y diligencia, la cual dicha poblazon ha de hacer dentro de cincuenta días por ahora y en cada uno ha de haber dos pesos de oro de veinte quilates y se le pagarán de donde y como a sumerced pareciere que para todo ello le da comisión en forma cuan bastante de derecho se requiera con vara de la real justicia. Y a los que fueren rebeldes los habrá de llevar a do su merced estuviere con la razón de su rebeldía llevándolos presos para que sean castigados conforme a su culpa. Y así lo mando y firmó. Licenciado LUIS HENRIQUEZ. Ante mí Rodrigo Zapata”.     


INICIO ACTIVIDADES ACADÉMICAS AÑO 2015


EL PASADO JUEVES 12 DE FEBRERO, EL CENTRO DE HISTORIA DE ZIPAQUIRÁ, CELEBRÓ SU PRIMERA SESIÓN ORDINARIA DEL AÑO 2015, COMO ES HABITUAL SE REUNIÓ EN LA SEDE DE LA ACADEMIA DE HISTORIA DE CUNDINAMARCA (Carrera 9 No. 7-79 Zipaquirá).

LA PRESIDENCIA DEL CENTRO DE HISTORIA DE ZIPAQUIRÁ, PRESENTÓ EL INFORME Y BALANCE DE ACTIVIDADES DEL AÑO 2014, RESALTANDO QUE SE CUMPLIERON TODOS LOS OBJETIVOS PLASMADOS EN LA AGENDA DE LA INSTITUCIÓN, ENTRE ELLOS EL MÁS IMPORTANTE, LA CONMEMORACIÓN DE LOS DIEZ AÑOS DE LABORES DEL CENTRO DE HISTORIA, ACTO QUE TUVO LUGAR EL 19 DE JULIO DE 2014. ASÍ MISMO SE DESTACÓ EL RECONOCIMIENTO DEL CUAL FUE PARTE EL CENTRO DE HISTORIA POR LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL, AL HABER SIDO CONDECORADO CON LA ORDEN DE LA SAL, EL DÍA 18 DE JULIO DE 2014 EN EL MARCO DE LA CONMEMORACIÓN DE LOS 415 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE ZIPAQUIRÁ. 

LA SESIÓN ORDINARIA CONTÓ CON LA ASISTENCIA DEL DOCTOR DAVID RUBIO RODRÍGUEZ, PRESIDENTE DEL PATRONATO COLOMBIANO DE ARTES Y CIENCIAS, QUIEN MANIFESTÓ EL INTERÉS DE PARTE DE LA ENTIDAD QUE PRESIDE DE APOYAR A TRAVÉS DEL CENTRO DE HISTORIA DE ZIPAQUIRÁ EL FORTALECIMIENTO DE LA IDENTIDAD Y EL FOLCLOR ZIPAQUIREÑO. 


Intervención del Presidente del Patronato Colombiano de Artes y Ciencias
en la primera sesión ordinaria del año 2015.