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lunes, 30 de mayo de 2016

TRAS LAS HUELLAS DE LOS MÁRTIRES ZIPAQUIREÑOS




Ernesto Campos García
Presidente Centro de Historia de Zipaquirá


Desde años atrás y teniendo como referente la cercana conmemoración del bicentenario de sacrificio de los mártires zipaquireños, nos dimos a la tarea de recopilar una gran fuente documental relacionada con este hecho histórico, rastreo de documentación y textos que se facilitó al tener como guía la excelente obra del  principal historiador zipaquireño don Luis Orjuela[1] y en igual medida la obra del Padre Roberto María Tisnés[2]; de otro lado contamos con el privilegio de acceder a un buen número de documentación del archivo de la antigua escribanía de Zipaquirá, de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, documentación que ahora hacer parte del archivo del Centro de Historia de Zipaquirá y en donde luego de clasificarla se dieron hallazgos valiosos relacionados con la vida social, económica y política de Zipaquirá en la Independencia, de los cuales resaltamos, actuaciones del cabildo de 1811, reclamos y representaciones de la clase criolla e indígena y varios documentos suscritos por el principal de los mártires don Agustín Zapata.

El principal objetivo de dicha tarea de recopilación de fuentes, en el cual venimos trabajando y esperamos muy pronto ver materializados sus resultados, tiene como fines primordiales la creación de una nueva conciencia histórica y la producción de una historia crítica y renovada respecto del periodo de la Independencia en Zipaquirá, en el entendido que como lo planteara tiempo atrás, Fernand Braudel “…todo está por hacer, o por rehacer, o por repensar en el plano conceptual y práctico de la historia[3]”.

Otro de los objetivos del proyecto, “Tras la Huellas de los Mártires Zipaquireños”, como denominamos esta labor, consiste en difundir entre la ciudadanía en general y los interesados en la investigación histórica, el contenido de dicha información, para que cada cual se cree su propia conciencia histórica y además generar espacios abiertos de debate histórico, en este orden de ideas la presente publicación conmemorativa, se convierte en el espacio más propicio para cumplir este último objetivo, que si bien es el más fácil, no podemos negar tiene una alta relevancia en el papel de difusión de la historia.

En esta oportunidad hemos seleccionado un pequeño grupo del significativo número de información recopilada – que aspiramos poder publicar a futuro en su totalidad -, la cual guarda relación con las diferentes acciones que ha venido adelantando el municipio de Zipaquirá desde 1852, en conmemoración a sus seis mártires de la Independencia y que se convirtieron desde el escenario local en una labor para “forjar patria”, que como lo pone de presente Alexander Cano Vargas en su artículo titulado “Hacia el Bicentenario: una mirada a la celebración del centenario de la Independencia en Colombia (1910)[4]”, quiere decir: “inculcar lealtades nacionales y asegurar que la “comunidad imaginada” (que es la nación) penetre la imaginación no sólo de las élites, de los intelectuales, de los que saben leer y escribir, sino también del populacho, de los analfabetas, de los campesinos e indígenas”.

LA PUERTA DE LOS MÁRTIRES ZIPAQUIREÑOS
1998 - 2000
(segundo piso actual sede Universidad de Cundinamarca - programa de música)
Fotografía Luis Hernando Campos Martínez 

Anexo 1. 


ORDENANZA 1ª
DE 21 DE SETIEMBRE (sic) de 1852
Honrando la memoria de varios patriotas

La Cámara Provincial de Cipaquirá,

Honrando la memoria de las patrióticas virtudes de sus conciudadanos, hijos de esta ciudad, sacrificados al furor espedicionario en el año 1816; i en ejercicio de las atribuciones que le confieren los artículos 2º i 3º de la lei 3 de junio de 1848;

ORDENA:

Art. 1º. La Cámara de provincia de Cipaquirá, recuerda con honor los nombres de los patriotas Agustin Zapata, Ramon Forero, Luis Saracho, Juan Nepomuceno Figuarana, José María Cortez, Jose Antonio Carate i José Gómez.

Art. 2º. Costéese una lámina de las rentas provinciales, con una inscripción en letras doradas que diga: “Cipaquirá, en honor a la memoria de sus hijos beneméritos Agustin Zapata, Ramon Forero, Luis Sarache, Juan Nepomuecno Tiguarana, José Maria Cortez, José Antonio Carate i José Gómez que rindieron su vida por la Libertad”

Art. 3º. Esta lámina será colocada perpétuamente en al salon de las sesiones de la Cámara provincial.

Dada en Cipaquirá a 20 de setiembre de 1852 – El Presidente de la Cámara, Ruperto Anzola – El Diputado Secretario Ricardo Anzola. Gobernación de la provincia  - Cipaquirá, setiembre 21 de 1852 – Ejecútese i publíquese – J. Miguel Acevedo – El Secretario, Eujenio Orjuela[5].


Anexo 2


PROPOSICIÓN APROBADA
EN LA SESIÓN DEL 11 DE JULIO DE 1910
DEL CONCEJO MUNICIPAL DE ZIPAQUIRÁ

El Concejo Municipal de Zipaquirá, para conmemorar la fecha clásica de la Independencia de la República y consagrar un recuerdo a los hijos del municipio que de una u otra manera prestaron sus servicios en la magna guerra de la emancipación

RESUELVE:

Designar desde el día 20 de julio del presente mes las plazas de la ciudad, con los siguientes nombres:

La conocida con el nombre de El Chorro, Plaza Zapata;

La que hasta hoy se ha llamado Terraplen, Plaza de Tiguara;

La que ha llevado el nombre de Plazuela de la Leña, Plaza de Sarache y

Plaza Riaño Cortés, la hasta hoy llamada de El Salitre, en memoria de los mártires que perecieron fusilados en esta ciudad, por el Pacificador Español, el día 3 de agosto de 1816, señores Agustín Zapata, Juan Nepomuceno Tiguarana, Luis Sarache y José Riaño Cortés.

La plaza conocida con el nombre de La Floresta, se llamará en adelante Plaza del General Benito Camilo de la Peña, en memoria de este ilustre luchador por la causa de la libertad, de su padre Manuel de la Peña y de sus hermanos Pedro, Ignacio y Rafael eximios militares que prestaron sus servicios en la guerra de la Independencia de la Gran Colombia.

La alcaldía de este municipio queda encargada de hacer poner las respectivas inscripciones; y en lo sucesivo en todos los actos oficiales, se darán a las localidades expresadas los nombres que quedan dados por la presente resolución. Publíquese[6].

Anexo 3 
  
COMO NACIÓ LA CELEBRACIÓN
 DEL 3 DE AGOSTO EN ZIPAQUIRÁ

Bien sabido está de todos cuantos se interesan por las crónicas zipaquireñas, que el 3 de Agosto de 1816, el “Pacificador”, D. Pablo Morillo, a su vuelta de España y una vez establecido el Régimen del Terror, hizo fusilar en la plaza de Zipaquirá, después de un simulacro de juicio, a los patriotas lugareños Agustín Zapata, José Luis Gómez, Luis Sarache, Nepomuceno Quiguarana, José Riaño Cortés y Francisco Carate, y que despedazados esos cadáveres y decapitados, tras después de muertos y puestos en escarpias, fueron luego sepultados en la ronda izquierda de la antigua capillita de “Los Dolores”. Como es fácil suponer a ese entierro no concurrió ningún pariente de las víctimas, como tampoco ningún curioso, ya que el hecho no más de presenciar tan macabra ceremonia, era motivo suficiente para aumentar el número de las víctimas. La persecución del Brigadier La Torre, Jefe de la Plaza de Zipaquirá entonces, a todo criollo republicano, fue rubricada por el Pacificador con la consigna perentoria de “exterminio”. Azotes con la víctima amarrada en la columna central del antiguo Cabildo, era el castigo más liviano a quien se atrevía a juzgar las disposiciones del Generalísimo. Por todas estas circunstancias el vecindario de Zipaquirá, temeroso de las represalias realistas, fue olvidando, poco a poco el sacrificio de aquellos mártires. Y ese silencio se prolongó por cerca de una centuria. Revueltos eso cadáveres en fosa común, sin ninguna señal o lápida que señalara el sitio de inhumación, reposaron aquellos restos larguísimos años, sin que nadie, absolutamente nadie, se acordara de dejarles una flor o elevar una plegaria a su memoria.

A fines del año de 1915, cuatro muchachos de la tierruca de la sal, estudiantes por ese tiempo, en un arranque de quijotismo bien entendido y de amor por Zipaquirá, resolvieron reivindicar para la historia nacional y para el recuerdo de las gentes lugareñas, la memoria de los seis mártires caídos el 3 de agosto de 1816. Consignamos luego los nombres de aquellos atrevidos jóvenes, contra quienes se desató la ira oficial por los actos que a continuación intentamos narrar.

En la vieja plazuela de “La Floresta”, (en tiempos coloniales llamada de “Villarroel”), se alzaba por entonces un monumento construido por contribución u dedicado a conmemorar la creación del Departamento de Quesada. En las seis caras de tal columna, que lo era por su forma especial, se habían esculpido los nombres de las poblaciones que integraban las diferentes provincias del extinguido Departamento. Para el sentimiento popular nada decían aquellas listas de pueblos lejanos y olvidados, y la corta vida del Departamento de Quesada (cinco años), se extinguió con el retiro del General Rafael Reyes, para volver la República a sus carriles constitucionales. Los muchachos del cuento resolvieron por sí y ante sí, destinar aquel monumento a la memoria de los sacrificados por el Pacificador Morillo. Fue convocado el pueblo y obtenida la venia plebiscitaria, se acordó la celebración del centenario de aquella fecha memorable. Intervinieron con su aquiescencia y después con su participación directa y su concurrencia, las Cámaras Legislativas la Asamblea de Cundinamarca, las Academias de la lengua y de historia. Centros literarios, planteles, etc. Pero aquí viene lo triste: las autoridades lugareñas en un principio no solamente condenaron ese propósito, sino que por haber hecho borrar aquellos muchachos las inscripciones del monumento, (lista de los pueblos quesadenses),  y reemplazar tales leyendas por los nombres excelsos de los patriotas…fueron encarcelados aquellos “visionarios” por el delito de “destrucción de monumentos públicos”. Más con prisión y todo (a mucha honra en este caso), al otro día de la captura y a despecho de las autoridades, el antiguo y solitario monumento al Departamento de Quesada, y habiéndose quedado dentro de su verja un cantero especialmente contratado, exhibía los nombres de los seis mártires zipaquireños cuyo sacrificio es uno de los timbres de orgullo de la ciudad de la sal.

Así fue el principio de la magna celebración del 3 de Agosto, día en que Zipaquirá evoca aquel recuerdo y deshoja todas las flores de sus jardines en el sitio (Capilla de los Dolores) en que hoy reposan aquellas venerables cenizas.

Los nombres de los muchachos coactores de esta jornada son:   

         Miguel a. Martínez (r.i.p.)
         Alberto Talero (r.i.p.)
         Juan Manuel Ortega (r.i.p.)
         y…Guillermo Quevedo Z., que aún vive para contar el cuento.

         3 de Agosto de 1952.

Guillermo Quevedo Z[7].


Anexo 4 

ACUERDO NÚMERO 6 DE 1916
(26  de julio)

Por el cual se conmemora el primer centenario del sacrificio de los mártires zipaquireños

El Concejo Municipal de Zipaquirá,

CONSIDERANDO:

         Que es un deber de todo colombiano rendir tributo de gratitud y admiración a los que, con desinterés y noble patriotismo, lucharon por darnos Patria y Libertad;

         Que entre los mártires sacrificados por las tropas del Pacificador Morillo, figuran los señores Agustín Zapata, Luis Sarache, Luis Gómez, José María Riaño, Francisco Carate y Juan Nepomuceno Quiguarana, y

         Que este sacrificio se consumó en esta ciudad el día 3 de agosto de 1816,

ACUERDA:

         Artículo 1°- Declárase día clásico del Municipio, el 3 de agosto de 1916, fecha centenaria del sacrificio de los mártires zipaquireños.

         Artículo 2°- Considéranse como actos emanados de esta Corporación, los de la Junta de Festejos Patrios, en cuanto determine el modo de cómo deba celebrarse el Centenario.

         Artículo 3° - En conmemoración de su inmortal sacrificio y como homenaje de la posteridad a los que gloriosamente murieron por la Libertad, y como estímulo para las generaciones futuras, el monumento conocido hoy como “Monumento de Quesada”, en  la Plaza de la Floresta, se llamará en lo sucesivo “PLAZA DE LOS MÁRTIRES”, que llevará las dos inscripciones acordadas por esta Corporación en su sesión extraordinaria de ayer.

         Parágrafo – Remítanse sendas copias de este Acuerdo a las Cámaras actualmente reunidas, al Excelentísimo señor Presidente de la República, por conducto del señor Ministro de Gobierno, y al señor Gobernador del Departamento, para su conocimiento y fines consiguientes.

         Dado en el salón de sesiones del Concejo Municipal de Zipaquirá a veintiséis de julio de mil novecientos diez y seis.

         El Presidente, GABRIEL CARVAJAL.
         El Secretario, FERNANDO CARO Y PONCE
         Ponente: H.C. Gabriel Carvajal[8].


Anexo 5 

RESOLUCIÓN No. 31 de 1931
(18 de julio)
EL CONCEJO MUNICIPAL DE ZIPAQUIRÁ

CONSIDERANDO:
1.- Que el día tres de agosto suelte conmemorarse como concierne a las tradiciones histórica de esta ciudad, el aniversario del sacrificio de los mártires zipaquireños que contribuyeron con su sangre a sella la libertad de Indo-América;

2.- Que es preciso infundir con tal acto el más severo sentimiento de patriotismo y de veneración en la conciencia de las generaciones que se forman; y

3.- Que cumple al actual Concejo Municipal, integrado en su mayoría por elementos de la juventud de Zipaquirá, que cree sinceramente que la educación del patriotismo se hace práctica anteponiendo de relieve los hechos históricos que son reliquia y tradición de un pueblo, llevar a término tales propósitos,

RESUELVE:
De acuerdo con el programa especial elaborado por la Comisión de la Mesa, y por los señores Alcalde del Circuito Judicial y Personero Municipal, verificar la exhumación y traslación de los restos de los Patriotas Zipaquireños que reposan en la Capilla de <<Los Dolores>>, a la catedral de la ciudad, en donde se efectuará un solemne funeral a su memoria.

Publíquese en carteles y en el <<Boletín Municipal>>.

Dada en el Palacio Municipal de Zipaquirá, a los diez y ocho días del mes de julio de mil novecientos treinta y uno.

EL PRESIDENTE, LUIS ALBERTO PINZON

EL SECRETARIO, FIDEL BENITO

Ponencia: HH.CC. Manuel José Cárdenas y Luis Alberto Pinzón[9]



Urna con las cenizas de los Mártires Zipaquireños
al lado Monseñor Ruben Buitrago Trujillo
1979
Fotografía tomada del Boletín Diocesano 


Anexo 6

ACTA DE LA EXHUMACIÓN DE LOS RESTOS DE LOS MÁRTIRES ZIPAQUIREÑOS, LEVANTADA EL DÍA 3 DE AGOSTO DE 1931.

Para dejar constancia solemne y memorable de los diferentes actos que se llevaron a cabo con motivo de la exhumación de los restos de los mártires zipaquireños, señores Agustín Zapata, Luis Sarache, Luis Gómez, José María Riaño, Francisco Carate y Nepomuceno Quiguarana, quienes por su amor a la causa de la República fueron sacrificados en esta ciudad el día sábado tres de agosto de mil ochocientos diez y seis, se extiende la presenta acta.

El honorable Concejo Municipal, en sesión de fecha once de julio del corriente año, por proposición presentada por el honorable concejal Manuel J. Cárdenas, dispuso que fueran exhumados los restos de los mártires zipaquireños, disposición que le fué comunicada al señor Personero Municipal don Quintilano Robayo, en oficio número 577 de trece del citado mes de julio, que a la letra dice, en su parte pertinente: “SECRETARIA. – Número 577. Zipaquirá, julio 13 de mil novecientos treinta y uno. – Señor Personero Municipal. – Presente. -  … Aprovecho esta oportunidad para hacer saber a usted que el Concejo dispuso que tan pronto como la presente llegue a su poder, ordene, de acuerdo con el señor Cura Párroco de la ciudad, la exhumación de los restos de los mártires zipaquireños, que se hallan en la capilla de Los Dolores, en reconstrucción actualmente, de tal manera que se encuentren listos para lo que esta corporación disponga, el próximo tres de agosto. – Servidor muy atento, Fidel Benito”.

Como trabajos preliminares, para dar cumplimiento a lo dispuesto por el honorable Concejo Municipal, el señor Personero, asociado de los señores Alcalde del Circuito Judicial, doctor Carlos Julio González Vargas; del señor Cura Párroco, doctor Joselyn Castillo, y de los honorables vecinos señores Braulio M. Gaitán R. y Miguel Angel Martínez, y de los obreros José Castillo, José Fonseca y Benjamín Reyes, se trasladaron el día jueves diez y seis del precitado mes de julio, al sitio que ocupa la capilla de Nuestra Señora de Los Dolores, con el fin de concretar el lugar preciso donde estuvieran inhumados los restos de los mártires zipaquireños. Una vez allí, los señores Gaitán R. y Martínez, de acuerdo con las anotaciones del señor don Luis Orjuela (q. e. p. d.), gran historiador, hijo dilecto de Zipaquirá, consignados en sus libros titulados: MINUTA HISTÓRICA DE ZIPAQUIRÁ y TRIBUTOS DE ZIPAQUIRÁ PARA LA REVOLUCIÓN DE LA INDEPENDENCIA,  y los datos suministrados por el señor don Guillermo Quevedo Z. en el folleto que publicó el tres de agosto de mil novecientos diez y seis, con motivo del primer centenario del sacrificio de los mencionados mártires, manifestaron a las entidades allí presentes que los restos de los mártires zipaquireños se encontraban en el suelo, bajo el alero de la sacristía, hacia el costado sur de la capilla ya indicada, fuera del recinto, a cuatro (4) metros hacia el oriente de la puerta que daba entrada a la sacristía, dando las cabezas contra los cimientos de esta parte del edificio. Determinado este punto, habiéndose tenido en cuenta también las ilustraciones que hizo al respecto el señor Cura Párroco, el señor Personero Municipal dispuso que los trabajadores procedieran a despejar el corredor o andén del costado sur de la capilla, que se hallaba cubierto de tierra, y que en seguida quitaron con el debido cuidado las piedras que formaban el citado corredor.

Estos trabajos fueron ejecutados, mediante la vigilancia de la Autoridad, en los días diez y seis y diez y siete del citado julio.

Hecha una excavación de un metro de profundidad, aproximadamente, el día diez y ocho del mismo mes de julio, a la una de la tarde y hallándose presentes los siguientes señores: don Luis Alberto Pinzón, Presidente del Concejo Municipal; don Augusto Colmenares, Vicepresidente de la misma Corporación; Concejales: don Manuel José Cárdenas, don Juan Manuel García Araos, don Pablo Emilio Linares, don José Agustín Daza, doctor Pedro María Alvarado, y el secretario de esta corporación, señor Fidel Benito; doctor Carlos Julio González Vargas, Alcalde del Circuito Judicial; don Quintilano Robayo, Personero Municipal; señor doctor don Joselyn Castillo, Cura Párroco; señores, doctor Rafael Villate y Luis Manuel Bernal, Jefe y Subjefe, respectivamente, de la Policía Municipal, y los vecinos distinguidos de la ciudad señores Braulio M. Gaitán R., Miguel Angel Martínez, Rafael Abello, doctor Antonio María Robayo, Efraím Medina, Vicente García, y actuando como obreros los mencionados Castillo, Fonseca y Reyes, el señor Personero ordenó se continuaran los trabajos, y a las dos de la tarde fueron hallados algunos residuos de huesos y tres calaveras que al tocarlos se convirtieron en pequeños fragmentos y polvo, los cuales estaban colocados al pié de los cimientos del costado sur de la mencionada capilla de los Dolores.

Acto continuo y en medio del mayor recogimiento y respeto, fueron cuidadosamente depositadas las cenizas de los patriotas sacrificados, en una urna especial y trasladadas al salón del Concejo en el Palacio Municipal, en donde permanecieron hasta el día de hoy, en que fueron conducidos de manera solemne a la iglesia parroquial, en donde se celebró un severo funeral en homenaje a su memoria, con asistencia de las Autoridades civiles y eclesiásticas, colegios y escuelas y de toda la ciudadanía zipaquireña, que en esta forma quiso rendir un elocuente tributo de admiración y gratitud a quienes abnegada y generosamente ofrendaron sus vidas en aras de la libertad y de su amor a la República.

Para constancia y para perpetua memoria, se firma esta acta a los tres días del mes de agosto del año de mil novecientos treinta y uno, aniversario del sacrifico de los mártires zipaquireños.

(Esta acta fué enviada en oportunidad a la honorable Academia de Historia y se dispuso colocar un ejemplar dentro de la correspondiente urna).

(Se dejó constancia de que los restos de los mártires se encontraron en la misma forma a que alude la Minuta Histórica de don Luis Orjuela)[10].   


Anexo 7 

RUBEN BUITRAGO TRUJILLO
Obispo de Zipaquirá

-------
CONSIDERANDO

1.- Celebra la ciudad de Zipaquirá con gran solemnidad, el día 3 de Agosto, de Fiesta Cívica conmemorativa del martirio de sus hijos: Agustín Zapata, José Riaño Cortés, Luis Sarache, Juan Nepomuceno Quiguarana, José Luis Gómez y Francisco Carate, Sacrificados el 3 de agosto de 1816 por la causa de la Independencia;

2.- Los restos de dichos insignes héroes sacrificados por la Patria reposan desde 1816 en la Capilla de Los Dolores,  ubicada al oriente de la ciudad en el Barrio denominado “La Concepción”;

3.-Como el escenario de su sacrificio fue el costado norte de la Plaza Principal de la ciudad, llamada “Plaza de los Comuneros”, y en él se encuentra ubicada la Iglesia de la Catedral, hemos considerado que el mejor lugar para el Monumento que guarde sus restos sea la dependencia de la Catedral que sirvió por muchos años de Bautisterio;

4.- La Parroquia de Zipaquirá, hoy Parroquia de La Catedral, fue erigida como Parroquia hace doscientos años, el 3 de agosto de 1779, y la conmemoración de este hecho nos ha parecido oportuna para ofrecer a la ciudad el lugar mencionado, como recuerdo insigne a los mártires zipaquireños;

5.- La idea la hemos expuesto con anterioridad al señor Cura Párroco de La Catedral, a las Autoridades del Municipio, a Miembros de la Academia de Historia de Cundinamarca y a ciudadanos prestantes, y ha sido muy bien recibida por todos.

DECRETA:

Artículo 1.- Destínase el lugar que sirvió de Bautisterio en la Catedral, para hacer de él el Monumento que guarde los restos de los Mártires Zipaquireños, ciudadanos: AGUSTIN ZAPATA, JOSÉ RIANÑO CORTES, LUIS SARACHE, JUAN NEPOMUCENO QUIGUARANA, JOSE LUIS GOMEZ Y FRANCISCO CARATE.

Artículo 2.- El lugar será debidamente restaurado en forma armónica con la estructura de la Catedral, y para ello se solicita la ayuda generosa de las Autoridades, Entidades y Ciudadanía de Zipaquirá.

Artículo 3.- El Señor Cura Párroco de La Catedral se encargará de adelantar y supervigilar esta obra.

Artículo 4.- El 3 de Agosto de este año se hará el traslado de los restos a la Catedral, y su inhumación definitiva se hará tan pronto estén terminadas las obras de restauración del lugar.

         Dado en Zipaquirá, el 16 de julio de 1979, Fiesta de Nuestra Señora del Carmen y Fiesta Conmemorativa de la Independencia de Cundinamarca.-



RUBEN BUITRAGO TRUJILLO[11]
Obispo de Zipaquirá



Anexo 8

RUBEN BUITRAGO TRUJILLO
Obispo de Zipaquirá
---
Por cuanto hemos ofrecido espontáneamente a las Autoridades e Instituciones de Zipaquirá que los restos de los Mártires Zipaquireños reposen en adelante más dignamente en una dependencia de la Iglesia Catedral.

CONCEDEMOS conforme a Derecho (c.1214) que dichos restos puedan ser exhumados del lugar donde actualmente reposan en la Capilla de Los Dolores de esta ciudad, para ser trasladados después a la Santa Iglesia Catedral.

Los nombres de los Próceres a quienes corresponden dichos restos, son:

                   AGUSTIN ZAPATA,
                   JOSE RIAÑO CORTES,
                   LUIS SARACHE,
                   JUAN NEPOMUCENO QUIGUARANA,
                   JOSE LUIS GOMEZ Y
                   FRANCISCO CARATE.

Según consta en documentos escritos, estos restos fueron depositados en la mencionada Capilla, que era antigua Capilla Colonial de la ciudad, en 1816; posteriormente fueron exhumados el 18 de julio de 1931, por causas de la reedificación de la Capilla; y volvieron después a la misma, ya restaurada, donde fueron inhumados al lado derecho de la entrada, junto al Cancel. Una lápida conmemorativa señala el sitio.

Zipaquirá, 16 de julio de 1979.

RUBEN BUITRAGO TRUJILLO[12]
Obispo de Zipaquirá




[1] Minuta Histórica Zipaquirá, publicada en 1909. Tributos de Zipaquirá para la revolución de Independencia, publicada en 1912. Y varios artículos publicados por Orjuela, en periódicos y revistas locales y de circulación nacional.-
[2] Capítulos de Historia Zipaquireña, publicada en 1956.
[3] Cita tomada del libro “Antimanual del mal Historiador o ¿Cómo hacer hoy una buena historia crítica?”, Carlos Antonio Aguirre Rojas. Pp. 65. Ediciones desde abajo. 3ra. Edición. Mayo 2013, Bogotá, D.C.
[4] Artículo publicado en la revista “Historias” edición No. 4 – diciembre de 2005 de la Asociación Colombiana de Historiadores”. Pp. 11 a 14.
[5] Ordenanzas de la Cámara Provincial de Cipaquirá espedidas en sus sesiones de 1852. Pp. 3. Bogotá. Imprenta de Echevarría Hermanos. 1852.
No sobra aclarar que esta ordenanza como lo anota don Luis Orjuela en el artículo publicado hojas atrás, contiene varios errores en cuanto a los nombres y números de los patriotas fusilados el 3 de agosto de 1816, pero sin embargo ocupa un lugar destacado al ser el primer antecedente en homenaje a los mártires zipaquireños. 
[6] Archivo Concejo Municipal de Zipaquirá, Libro de actas año 1910. Sin foliar.
[7] Revista “Estampas de Colombia”. No registra fecha de edición, ni número de publicación. Por su contenido se deduce que la revista se publicó hacia el año 1952 o 1953.
[8] Archivo Concejo Municipal de Zipaquirá. Libro de actas 1915 – 1916, sin foliar.
[9] Boletín Municipal – órgano oficial del municipio de Zipaquirá. Edición extraordinaria del 3 de agosto de 1949.
[10] Boletín Municipal – órgano oficial del municipio de Zipaquirá. Octubre 31 de 1931. P. 17 a 20.

[11] Boletín Diocesano.  Diócesis de Zipaquirá. No. 107. Septiembre de 1984. P. 83 – 84.
[12] Boletín Diocesano.  Diócesis de Zipaquirá. No. 107. Septiembre de 1984. P. 85.