Ernesto Campos García
Presidente Centro de Historia
de Zipaquirá
Desde años atrás y teniendo como referente la cercana
conmemoración del bicentenario de sacrificio de los mártires zipaquireños, nos
dimos a la tarea de recopilar una gran fuente documental relacionada con este
hecho histórico, rastreo de documentación y textos que se facilitó al tener
como guía la excelente obra del
principal historiador zipaquireño don Luis Orjuela[1]
y en igual medida la obra del Padre Roberto María Tisnés[2];
de otro lado contamos con el privilegio de acceder a un buen número de
documentación del archivo de la antigua escribanía de Zipaquirá, de fines del
siglo XVIII y comienzos del XIX, documentación que ahora hacer parte del
archivo del Centro de Historia de Zipaquirá y en donde luego de clasificarla se
dieron hallazgos valiosos relacionados con la vida social, económica y política
de Zipaquirá en la Independencia, de los cuales resaltamos, actuaciones del
cabildo de 1811, reclamos y representaciones de la clase criolla e indígena y
varios documentos suscritos por el principal de los mártires don Agustín
Zapata.
El principal objetivo de dicha tarea de recopilación
de fuentes, en el cual venimos trabajando y esperamos muy pronto ver
materializados sus resultados, tiene como fines primordiales la creación de una
nueva conciencia histórica y la producción de una historia crítica y renovada
respecto del periodo de la Independencia en Zipaquirá, en el entendido que como
lo planteara tiempo atrás, Fernand Braudel “…todo está por hacer, o por
rehacer, o por repensar en el plano conceptual y práctico de la historia[3]”.
Otro de los objetivos del proyecto, “Tras la Huellas
de los Mártires Zipaquireños”, como denominamos esta labor, consiste en
difundir entre la ciudadanía en general y los interesados en la investigación
histórica, el contenido de dicha información, para que cada cual se cree su
propia conciencia histórica y además generar espacios abiertos de debate
histórico, en este orden de ideas la presente publicación conmemorativa, se
convierte en el espacio más propicio para cumplir este último objetivo, que si
bien es el más fácil, no podemos negar tiene una alta relevancia en el papel de
difusión de la historia.
En esta oportunidad hemos seleccionado un pequeño
grupo del significativo número de información recopilada – que aspiramos poder
publicar a futuro en su totalidad -, la cual guarda relación con las diferentes
acciones que ha venido adelantando el municipio de Zipaquirá desde 1852, en
conmemoración a sus seis mártires de la Independencia y que se convirtieron
desde el escenario local en una labor para “forjar patria”, que como lo pone de
presente Alexander Cano Vargas en su artículo titulado “Hacia el Bicentenario:
una mirada a la celebración del centenario de la Independencia en Colombia
(1910)[4]”,
quiere decir: “inculcar lealtades nacionales y asegurar que la “comunidad
imaginada” (que es la nación) penetre la imaginación no sólo de las élites, de
los intelectuales, de los que saben leer y escribir, sino también del
populacho, de los analfabetas, de los campesinos e indígenas”.
LA PUERTA DE LOS MÁRTIRES ZIPAQUIREÑOS 1998 - 2000 (segundo piso actual sede Universidad de Cundinamarca - programa de música) Fotografía Luis Hernando Campos Martínez |
Anexo 1.
ORDENANZA 1ª
DE 21 DE SETIEMBRE (sic) de 1852
Honrando la memoria de varios patriotas
La Cámara Provincial de Cipaquirá,
Honrando la memoria de las patrióticas virtudes de sus
conciudadanos, hijos de esta ciudad, sacrificados al furor espedicionario en el
año 1816; i en ejercicio de las atribuciones que le confieren los artículos 2º
i 3º de la lei 3 de junio de 1848;
ORDENA:
Art. 1º. La Cámara de provincia de Cipaquirá, recuerda
con honor los nombres de los patriotas Agustin Zapata, Ramon Forero, Luis
Saracho, Juan Nepomuceno Figuarana, José María Cortez, Jose Antonio Carate i
José Gómez.
Art. 2º. Costéese una lámina de las rentas
provinciales, con una inscripción en letras doradas que diga: “Cipaquirá, en
honor a la memoria de sus hijos beneméritos Agustin Zapata, Ramon Forero, Luis
Sarache, Juan Nepomuecno Tiguarana, José Maria Cortez, José Antonio Carate i José
Gómez que rindieron su vida por la Libertad”
Art. 3º. Esta lámina será colocada perpétuamente en al
salon de las sesiones de la Cámara provincial.
Dada en Cipaquirá a 20 de setiembre de 1852 – El
Presidente de la Cámara, Ruperto Anzola – El Diputado Secretario Ricardo
Anzola. Gobernación de la provincia -
Cipaquirá, setiembre 21 de 1852 – Ejecútese i publíquese – J. Miguel Acevedo –
El Secretario, Eujenio Orjuela[5].
Anexo 2.
PROPOSICIÓN APROBADA
EN LA SESIÓN DEL 11 DE JULIO DE 1910
DEL CONCEJO MUNICIPAL DE ZIPAQUIRÁ
El Concejo Municipal de Zipaquirá, para conmemorar la
fecha clásica de la Independencia de la República y consagrar un recuerdo a los
hijos del municipio que de una u otra manera prestaron sus servicios en la
magna guerra de la emancipación
RESUELVE:
Designar desde el día 20 de julio del presente mes las
plazas de la ciudad, con los siguientes nombres:
La conocida con el nombre de El Chorro, Plaza Zapata;
La que hasta hoy se ha llamado Terraplen, Plaza de
Tiguara;
La que ha llevado el nombre de Plazuela de la Leña,
Plaza de Sarache y
Plaza Riaño Cortés, la hasta hoy llamada de El
Salitre, en memoria de los mártires que perecieron fusilados en esta ciudad,
por el Pacificador Español, el día 3 de agosto de 1816, señores Agustín Zapata,
Juan Nepomuceno Tiguarana, Luis Sarache y José Riaño Cortés.
La plaza conocida con el nombre de La Floresta, se
llamará en adelante Plaza del General Benito Camilo de la Peña, en memoria de
este ilustre luchador por la causa de la libertad, de su padre Manuel de la
Peña y de sus hermanos Pedro, Ignacio y Rafael eximios militares que prestaron
sus servicios en la guerra de la Independencia de la Gran Colombia.
La alcaldía de este municipio queda encargada de hacer
poner las respectivas inscripciones; y en lo sucesivo en todos los actos
oficiales, se darán a las localidades expresadas los nombres que quedan dados
por la presente resolución. Publíquese[6].
Anexo 3
COMO NACIÓ LA CELEBRACIÓN
DEL 3 DE AGOSTO EN
ZIPAQUIRÁ
Bien sabido está de todos cuantos se interesan por las
crónicas zipaquireñas, que el 3 de Agosto de 1816, el “Pacificador”, D. Pablo
Morillo, a su vuelta de España y una vez establecido el Régimen del Terror,
hizo fusilar en la plaza de Zipaquirá, después de un simulacro de juicio, a los
patriotas lugareños Agustín Zapata, José Luis Gómez, Luis Sarache, Nepomuceno
Quiguarana, José Riaño Cortés y Francisco Carate, y que despedazados esos
cadáveres y decapitados, tras después de muertos y puestos en escarpias, fueron
luego sepultados en la ronda izquierda de la antigua capillita de “Los
Dolores”. Como es fácil suponer a ese entierro no concurrió ningún pariente de
las víctimas, como tampoco ningún curioso, ya que el hecho no más de presenciar
tan macabra ceremonia, era motivo suficiente para aumentar el número de las
víctimas. La persecución del Brigadier La Torre, Jefe de la Plaza de Zipaquirá
entonces, a todo criollo republicano, fue rubricada por el Pacificador con la
consigna perentoria de “exterminio”. Azotes con la víctima amarrada en la
columna central del antiguo Cabildo, era el castigo más liviano a quien se
atrevía a juzgar las disposiciones del Generalísimo. Por todas estas
circunstancias el vecindario de Zipaquirá, temeroso de las represalias
realistas, fue olvidando, poco a poco el sacrificio de aquellos mártires. Y ese
silencio se prolongó por cerca de una centuria. Revueltos eso cadáveres en fosa
común, sin ninguna señal o lápida que señalara el sitio de inhumación,
reposaron aquellos restos larguísimos años, sin que nadie, absolutamente nadie,
se acordara de dejarles una flor o elevar una plegaria a su memoria.
A fines del año de 1915, cuatro muchachos de la
tierruca de la sal, estudiantes por ese tiempo, en un arranque de quijotismo
bien entendido y de amor por Zipaquirá, resolvieron reivindicar para la
historia nacional y para el recuerdo de las gentes lugareñas, la memoria de los
seis mártires caídos el 3 de agosto de 1816. Consignamos luego los nombres de
aquellos atrevidos jóvenes, contra quienes se desató la ira oficial por los
actos que a continuación intentamos narrar.
En la vieja plazuela de “La Floresta”, (en tiempos
coloniales llamada de “Villarroel”), se alzaba por entonces un monumento
construido por contribución u dedicado a conmemorar la creación del Departamento
de Quesada. En las seis caras de tal columna, que lo era por su forma especial,
se habían esculpido los nombres de las poblaciones que integraban las
diferentes provincias del extinguido Departamento. Para el sentimiento popular
nada decían aquellas listas de pueblos lejanos y olvidados, y la corta vida del
Departamento de Quesada (cinco años), se extinguió con el retiro del General
Rafael Reyes, para volver la República a sus carriles constitucionales. Los
muchachos del cuento resolvieron por sí y ante sí, destinar aquel monumento a
la memoria de los sacrificados por el Pacificador Morillo. Fue convocado el
pueblo y obtenida la venia plebiscitaria, se acordó la celebración del
centenario de aquella fecha memorable. Intervinieron con su aquiescencia y
después con su participación directa y su concurrencia, las Cámaras
Legislativas la Asamblea de Cundinamarca, las Academias de la lengua y de
historia. Centros literarios, planteles, etc. Pero aquí viene lo triste: las
autoridades lugareñas en un principio no solamente condenaron ese propósito,
sino que por haber hecho borrar aquellos muchachos las inscripciones del
monumento, (lista de los pueblos quesadenses),
y reemplazar tales leyendas por los nombres excelsos de los
patriotas…fueron encarcelados aquellos “visionarios” por el delito de
“destrucción de monumentos públicos”. Más con prisión y todo (a mucha honra en
este caso), al otro día de la captura y a despecho de las autoridades, el
antiguo y solitario monumento al Departamento de Quesada, y habiéndose quedado
dentro de su verja un cantero especialmente contratado, exhibía los nombres de
los seis mártires zipaquireños cuyo sacrificio es uno de los timbres de orgullo
de la ciudad de la sal.
Así fue el principio de la magna celebración del 3 de
Agosto, día en que Zipaquirá evoca aquel recuerdo y deshoja todas las flores de
sus jardines en el sitio (Capilla de los Dolores) en que hoy reposan aquellas
venerables cenizas.
Los nombres de los muchachos coactores de esta jornada
son:
Miguel
a. Martínez (r.i.p.)
Alberto
Talero (r.i.p.)
Juan
Manuel Ortega (r.i.p.)
y…Guillermo
Quevedo Z., que aún vive para contar el cuento.
3 de
Agosto de 1952.
Guillermo Quevedo Z[7].
Anexo 4
ACUERDO NÚMERO 6 DE 1916
(26 de julio)
Por el cual se conmemora el
primer centenario del sacrificio de los mártires zipaquireños
El Concejo Municipal de Zipaquirá,
CONSIDERANDO:
Que es
un deber de todo colombiano rendir tributo de gratitud y admiración a los que,
con desinterés y noble patriotismo, lucharon por darnos Patria y Libertad;
Que
entre los mártires sacrificados por las tropas del Pacificador Morillo, figuran
los señores Agustín Zapata, Luis Sarache, Luis Gómez, José María Riaño,
Francisco Carate y Juan Nepomuceno Quiguarana, y
Que este
sacrificio se consumó en esta ciudad el día 3 de agosto de 1816,
ACUERDA:
Artículo
1°- Declárase día clásico del Municipio, el 3 de agosto de 1916, fecha
centenaria del sacrificio de los mártires zipaquireños.
Artículo
2°- Considéranse como actos emanados de esta Corporación, los de la Junta de
Festejos Patrios, en cuanto determine el modo de cómo deba celebrarse el
Centenario.
Artículo
3° - En conmemoración de su inmortal sacrificio y como homenaje de la
posteridad a los que gloriosamente murieron por la Libertad, y como estímulo
para las generaciones futuras, el monumento conocido hoy como “Monumento de
Quesada”, en la Plaza de la Floresta, se
llamará en lo sucesivo “PLAZA DE LOS MÁRTIRES”, que llevará las dos
inscripciones acordadas por esta Corporación en su sesión extraordinaria de
ayer.
Parágrafo
– Remítanse sendas copias de este Acuerdo a las Cámaras actualmente reunidas,
al Excelentísimo señor Presidente de la República, por conducto del señor
Ministro de Gobierno, y al señor Gobernador del Departamento, para su
conocimiento y fines consiguientes.
Dado en
el salón de sesiones del Concejo Municipal de Zipaquirá a veintiséis de julio
de mil novecientos diez y seis.
El
Presidente, GABRIEL CARVAJAL.
El
Secretario, FERNANDO CARO Y PONCE
Ponente:
H.C. Gabriel Carvajal[8].
Anexo 5
RESOLUCIÓN No. 31 de 1931
(18 de julio)
EL CONCEJO MUNICIPAL DE ZIPAQUIRÁ
CONSIDERANDO:
1.- Que el día tres de agosto suelte conmemorarse como
concierne a las tradiciones histórica de esta ciudad, el aniversario del
sacrificio de los mártires zipaquireños que contribuyeron con su sangre a sella
la libertad de Indo-América;
2.- Que es preciso infundir con tal acto el más severo
sentimiento de patriotismo y de veneración en la conciencia de las generaciones
que se forman; y
3.- Que cumple al actual Concejo Municipal, integrado
en su mayoría por elementos de la juventud de Zipaquirá, que cree sinceramente
que la educación del patriotismo se hace práctica anteponiendo de relieve los
hechos históricos que son reliquia y tradición de un pueblo, llevar a término
tales propósitos,
RESUELVE:
De acuerdo con el programa especial elaborado por la
Comisión de la Mesa, y por los señores Alcalde del Circuito Judicial y
Personero Municipal, verificar la exhumación y traslación de los restos de los
Patriotas Zipaquireños que reposan en la Capilla de <<Los
Dolores>>, a la catedral de la ciudad, en donde se efectuará un solemne
funeral a su memoria.
Publíquese en carteles y en el <<Boletín
Municipal>>.
Dada en el Palacio Municipal de Zipaquirá, a los diez
y ocho días del mes de julio de mil novecientos treinta y uno.
EL PRESIDENTE, LUIS ALBERTO PINZON
EL SECRETARIO, FIDEL BENITO
Ponencia: HH.CC. Manuel José Cárdenas y Luis Alberto
Pinzón[9].
Urna con las cenizas de los Mártires Zipaquireños al lado Monseñor Ruben Buitrago Trujillo 1979 Fotografía tomada del Boletín Diocesano |
Anexo 6
ACTA DE LA
EXHUMACIÓN DE LOS RESTOS DE LOS MÁRTIRES ZIPAQUIREÑOS, LEVANTADA EL DÍA 3 DE
AGOSTO DE 1931.
Para dejar constancia solemne y memorable de los
diferentes actos que se llevaron a cabo con motivo de la exhumación de los
restos de los mártires zipaquireños, señores Agustín Zapata, Luis Sarache, Luis
Gómez, José María Riaño, Francisco Carate y Nepomuceno Quiguarana, quienes por
su amor a la causa de la República fueron sacrificados en esta ciudad el día
sábado tres de agosto de mil ochocientos diez y seis, se extiende la presenta
acta.
El honorable Concejo Municipal, en sesión de fecha
once de julio del corriente año, por proposición presentada por el honorable
concejal Manuel J. Cárdenas, dispuso que fueran exhumados los restos de los
mártires zipaquireños, disposición que le fué comunicada al señor Personero
Municipal don Quintilano Robayo, en oficio número 577 de trece del citado mes
de julio, que a la letra dice, en su parte pertinente: “SECRETARIA. – Número
577. Zipaquirá, julio 13 de mil novecientos treinta y uno. – Señor Personero
Municipal. – Presente. - … Aprovecho
esta oportunidad para hacer saber a usted que el Concejo dispuso que tan pronto
como la presente llegue a su poder, ordene, de acuerdo con el señor Cura
Párroco de la ciudad, la exhumación de los restos de los mártires zipaquireños,
que se hallan en la capilla de Los Dolores, en reconstrucción actualmente, de
tal manera que se encuentren listos para lo que esta corporación disponga, el
próximo tres de agosto. – Servidor muy atento, Fidel Benito”.
Como trabajos preliminares, para dar cumplimiento a lo
dispuesto por el honorable Concejo Municipal, el señor Personero, asociado de
los señores Alcalde del Circuito Judicial, doctor Carlos Julio González Vargas;
del señor Cura Párroco, doctor Joselyn Castillo, y de los honorables vecinos
señores Braulio M. Gaitán R. y Miguel Angel Martínez, y de los obreros José
Castillo, José Fonseca y Benjamín Reyes, se trasladaron el día jueves diez y
seis del precitado mes de julio, al sitio que ocupa la capilla de Nuestra
Señora de Los Dolores, con el fin de concretar el lugar preciso donde
estuvieran inhumados los restos de los mártires zipaquireños. Una vez allí, los
señores Gaitán R. y Martínez, de acuerdo con las anotaciones del señor don Luis
Orjuela (q. e. p. d.), gran historiador, hijo dilecto de Zipaquirá, consignados
en sus libros titulados: MINUTA HISTÓRICA DE ZIPAQUIRÁ y TRIBUTOS DE ZIPAQUIRÁ
PARA LA REVOLUCIÓN DE LA INDEPENDENCIA,
y los datos suministrados por el señor don Guillermo Quevedo Z. en el
folleto que publicó el tres de agosto de mil novecientos diez y seis, con
motivo del primer centenario del sacrificio de los mencionados mártires,
manifestaron a las entidades allí presentes que los restos de los mártires
zipaquireños se encontraban en el suelo, bajo el alero de la sacristía, hacia
el costado sur de la capilla ya indicada, fuera del recinto, a cuatro (4)
metros hacia el oriente de la puerta que daba entrada a la sacristía, dando las
cabezas contra los cimientos de esta parte del edificio. Determinado este
punto, habiéndose tenido en cuenta también las ilustraciones que hizo al
respecto el señor Cura Párroco, el señor Personero Municipal dispuso que los
trabajadores procedieran a despejar el corredor o andén del costado sur de la
capilla, que se hallaba cubierto de tierra, y que en seguida quitaron con el
debido cuidado las piedras que formaban el citado corredor.
Estos trabajos fueron ejecutados, mediante la
vigilancia de la Autoridad, en los días diez y seis y diez y siete del citado
julio.
Hecha una excavación de un metro de profundidad,
aproximadamente, el día diez y ocho del mismo mes de julio, a la una de la
tarde y hallándose presentes los siguientes señores: don Luis Alberto Pinzón,
Presidente del Concejo Municipal; don Augusto Colmenares, Vicepresidente de la
misma Corporación; Concejales: don Manuel José Cárdenas, don Juan Manuel García
Araos, don Pablo Emilio Linares, don José Agustín Daza, doctor Pedro María
Alvarado, y el secretario de esta corporación, señor Fidel Benito; doctor
Carlos Julio González Vargas, Alcalde del Circuito Judicial; don Quintilano
Robayo, Personero Municipal; señor doctor don Joselyn Castillo, Cura Párroco; señores,
doctor Rafael Villate y Luis Manuel Bernal, Jefe y Subjefe, respectivamente, de
la Policía Municipal, y los vecinos distinguidos de la ciudad señores Braulio
M. Gaitán R., Miguel Angel Martínez, Rafael Abello, doctor Antonio María
Robayo, Efraím Medina, Vicente García, y actuando como obreros los mencionados
Castillo, Fonseca y Reyes, el señor Personero ordenó se continuaran los
trabajos, y a las dos de la tarde fueron hallados algunos residuos de huesos y
tres calaveras que al tocarlos se convirtieron en pequeños fragmentos y polvo,
los cuales estaban colocados al pié de los cimientos del costado sur de la
mencionada capilla de los Dolores.
Acto continuo y en medio del mayor recogimiento y
respeto, fueron cuidadosamente depositadas las cenizas de los patriotas
sacrificados, en una urna especial y trasladadas al salón del Concejo en el
Palacio Municipal, en donde permanecieron hasta el día de hoy, en que fueron
conducidos de manera solemne a la iglesia parroquial, en donde se celebró un
severo funeral en homenaje a su memoria, con asistencia de las Autoridades
civiles y eclesiásticas, colegios y escuelas y de toda la ciudadanía
zipaquireña, que en esta forma quiso rendir un elocuente tributo de admiración
y gratitud a quienes abnegada y generosamente ofrendaron sus vidas en aras de
la libertad y de su amor a la República.
Para constancia y para perpetua memoria, se firma esta
acta a los tres días del mes de agosto del año de mil novecientos treinta y
uno, aniversario del sacrifico de los mártires zipaquireños.
(Esta acta fué enviada en oportunidad a la honorable
Academia de Historia y se dispuso colocar un ejemplar dentro de la
correspondiente urna).
(Se dejó constancia de que los restos de los mártires
se encontraron en la misma forma a que alude la Minuta Histórica de don Luis
Orjuela)[10].
Anexo 7
RUBEN BUITRAGO TRUJILLO
Obispo de Zipaquirá
-------
CONSIDERANDO
1.- Celebra la ciudad de Zipaquirá con gran
solemnidad, el día 3 de Agosto, de Fiesta Cívica conmemorativa del martirio de
sus hijos: Agustín Zapata, José Riaño Cortés, Luis Sarache, Juan Nepomuceno
Quiguarana, José Luis Gómez y Francisco Carate, Sacrificados el 3 de agosto de
1816 por la causa de la Independencia;
2.- Los restos de dichos insignes héroes sacrificados
por la Patria reposan desde 1816 en la Capilla de Los Dolores, ubicada al oriente de la ciudad en el Barrio
denominado “La Concepción”;
3.-Como el escenario de su sacrificio fue el costado
norte de la Plaza Principal de la ciudad, llamada “Plaza de los Comuneros”, y
en él se encuentra ubicada la Iglesia de la Catedral, hemos considerado que el
mejor lugar para el Monumento que guarde sus restos sea la dependencia de la
Catedral que sirvió por muchos años de Bautisterio;
4.- La Parroquia de Zipaquirá, hoy Parroquia de La
Catedral, fue erigida como Parroquia hace doscientos años, el 3 de agosto de
1779, y la conmemoración de este hecho nos ha parecido oportuna para ofrecer a
la ciudad el lugar mencionado, como recuerdo insigne a los mártires
zipaquireños;
5.- La idea la hemos expuesto con anterioridad al
señor Cura Párroco de La Catedral, a las Autoridades del Municipio, a Miembros
de la Academia de Historia de Cundinamarca y a ciudadanos prestantes, y ha sido
muy bien recibida por todos.
DECRETA:
Artículo 1.- Destínase el lugar que
sirvió de Bautisterio en la Catedral, para hacer de él el Monumento que guarde
los restos de los Mártires Zipaquireños, ciudadanos: AGUSTIN ZAPATA, JOSÉ
RIANÑO CORTES, LUIS SARACHE, JUAN NEPOMUCENO QUIGUARANA, JOSE LUIS GOMEZ Y
FRANCISCO CARATE.
Artículo 2.- El lugar será debidamente
restaurado en forma armónica con la estructura de la Catedral, y para ello se
solicita la ayuda generosa de las Autoridades, Entidades y Ciudadanía de
Zipaquirá.
Artículo 3.- El Señor Cura Párroco de La
Catedral se encargará de adelantar y supervigilar esta obra.
Artículo 4.- El 3 de Agosto de este año
se hará el traslado de los restos a la Catedral, y su inhumación definitiva se
hará tan pronto estén terminadas las obras de restauración del lugar.
Dado en
Zipaquirá, el 16 de julio de 1979, Fiesta de Nuestra Señora del Carmen y Fiesta
Conmemorativa de la Independencia de Cundinamarca.-
RUBEN BUITRAGO TRUJILLO[11]
Obispo de Zipaquirá
Anexo 8
RUBEN BUITRAGO TRUJILLO
Obispo de Zipaquirá
---
Por cuanto hemos ofrecido espontáneamente a las
Autoridades e Instituciones de Zipaquirá que los restos de los Mártires
Zipaquireños reposen en adelante más dignamente en una dependencia de la
Iglesia Catedral.
CONCEDEMOS conforme a Derecho (c.1214) que dichos
restos puedan ser exhumados del lugar donde actualmente reposan en la Capilla
de Los Dolores de esta ciudad, para ser trasladados después a la Santa Iglesia
Catedral.
Los nombres de los Próceres a quienes corresponden
dichos restos, son:
AGUSTIN
ZAPATA,
JOSE
RIAÑO CORTES,
LUIS
SARACHE,
JUAN
NEPOMUCENO QUIGUARANA,
JOSE
LUIS GOMEZ Y
FRANCISCO
CARATE.
Según consta en documentos escritos, estos restos
fueron depositados en la mencionada Capilla, que era antigua Capilla Colonial
de la ciudad, en 1816; posteriormente fueron exhumados el 18 de julio de 1931,
por causas de la reedificación de la Capilla; y volvieron después a la misma,
ya restaurada, donde fueron inhumados al lado derecho de la entrada, junto al
Cancel. Una lápida conmemorativa señala el sitio.
Zipaquirá, 16 de julio de 1979.
RUBEN BUITRAGO TRUJILLO[12]
Obispo de Zipaquirá
[1] Minuta Histórica Zipaquirá,
publicada en 1909. Tributos de Zipaquirá para la revolución de Independencia,
publicada en 1912. Y varios artículos publicados por Orjuela, en periódicos y
revistas locales y de circulación nacional.-
[2]
Capítulos de Historia
Zipaquireña, publicada en 1956.
[3] Cita tomada del libro “Antimanual
del mal Historiador o ¿Cómo hacer hoy una buena historia crítica?”, Carlos
Antonio Aguirre Rojas. Pp. 65. Ediciones desde abajo. 3ra. Edición. Mayo 2013,
Bogotá, D.C.
[4] Artículo publicado en la revista
“Historias” edición No. 4 – diciembre de 2005 de la Asociación Colombiana de
Historiadores”. Pp. 11 a 14.
[5]
Ordenanzas de la Cámara Provincial de Cipaquirá espedidas en sus sesiones de
1852. Pp. 3. Bogotá. Imprenta de Echevarría Hermanos. 1852.
No sobra aclarar que esta
ordenanza como lo anota don Luis Orjuela en el artículo publicado hojas atrás,
contiene varios errores en cuanto a los nombres y números de los patriotas
fusilados el 3 de agosto de 1816, pero sin embargo ocupa un lugar destacado al
ser el primer antecedente en homenaje a los mártires zipaquireños.
[6]
Archivo Concejo Municipal de Zipaquirá, Libro de actas año 1910. Sin foliar.
[7]
Revista “Estampas de Colombia”. No registra fecha de edición, ni número de
publicación. Por su contenido se deduce que la revista se publicó hacia el año
1952 o 1953.
[8]
Archivo Concejo Municipal de Zipaquirá. Libro de actas 1915 – 1916, sin foliar.
[9]
Boletín Municipal – órgano oficial del municipio de Zipaquirá. Edición
extraordinaria del 3 de agosto de 1949.
[10]
Boletín Municipal – órgano oficial del municipio de Zipaquirá. Octubre 31 de
1931. P. 17 a 20.
[11]
Boletín Diocesano. Diócesis de
Zipaquirá. No. 107. Septiembre de 1984. P. 83 – 84.
[12]
Boletín Diocesano. Diócesis de
Zipaquirá. No. 107. Septiembre de 1984. P. 85.
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